Lo has logrado. Ya tienes tu primer empleo formal.
Uno de los primeros logros de un joven, que ha concluido una carrera universitaria, es obtener un empleo formal en el que pueda desarrollarse profesionalmente e iniciar una vida productiva.
La sensación de recibir tu primer cheque o transferencia de nómina es sin duda una experiencia poderosa.
Es común que muchos jóvenes tengan la ilusión de poder cumplir varios sueños como comprar el smartphone que siempre han querido, comprar ropa, videojuegos, salir a restaurantes y dejar de pedir molletes, viajar por avión por primera vez y un sin fin más.
Algo que es necesario observar es que en los primeros años de vida productiva la mayoría de ellos viven aún en casa de sus padres, lo cual representa una gran ventaja y al mismo tiempo un verdadero problema. Esto dependerá de la educación financiera que hayan recibido de sus padres:
¿Adquirió la disciplina del ahorro?
¿Es consciente de cómo funciona el dinero?
¿Entiende el concepto de deuda?
¿Sabe utilizar una tarjeta de crédito?
De acuerdo con el Estudio de la Cultura Financiera de los Jóvenes en México (2014) realizado por Banamex en conjunto con la UNAM concluyó que hay una falta de planeación y previsión ante un futuro que visualizan lejano, que se traduce en pocas acciones de ahorro e inversión durante las etapas más productivas de su vida.
Las tendencias mundiales muestran que los jóvenes entre los 15 y 24 años de edad tienen 33% menos probabilidades de tener una cuenta en el banco y 40% menos probabilidades de contar con un ahorro formal, en comparación con quienes tienen entre 25 y 64 años.
El fácil acceso al crédito para el consumo los pone en riesgo de sobreendeudamiento ante la carencia de competencias educativas para su uso responsable enfocado a la construcción de un patrimonio.
La escasa valoración que tiene en nuestra cultura la protección del patrimonio, aun cuando se tengan hijos u otros dependientes económicos.
La rápida proliferación de nuevos productos y servicios financieros que aparecen en el mercado, dirigidos a segmentos no bancarizados de la población sin el acompañamiento de una educación financiera.
El uso de tecnologías de la información cada vez más sofisticadas para el manejo de los recursos.
Un mercado laboral cada vez más competitivo que limita las posibilidades de acceder a un salario bien remunerado.
Los expertos en finanzas personales recomiendan como primer producto adquirir un plan de ahorro para el retiro que incluya beneficios adicionales como un seguro de vida.
Eduardo Gutiérrez Arredondo, Director de Grupo GyA, una de las agencias formadoras de agentes de seguros más importantes en el sureste de México, mencionó que la mayoría de los jóvenes no ahorran y consideran que su primer sueldo pueden dedicarlo a gastarlo en sus deseos ya que las necesidades básicas como casa, comida y servicios ya la tienen resuelta al vivir en casas de sus padres.
Por eso es sumamente importante que adquieran un producto que prácticamente los obligue a destinar una parte de su sueldo al ahorro y la previsión de largo plazo. De esta manera priorizan el ahorro "a la fuerza” y lo que les quede lo destinen a otros rubros.
Finalmente, el mensaje es que los padres de familia adquieran habilidades para el manejo del dinero con la ayuda de asesores en finanzas personales y puedan transferir sus buenos hábitos a su siguiente generación.
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