Hablemos del costo del dinero. Eduardo Gutiérrez Arredondo
¿Por qué para algunas personas, el dinero es caro y para otras es barato?
En el mundo en que vivimos, el dinero hace que las mercancías y los servicios se muevan de unas manos a otras.
Si tienes dinero, podrás tener mejor casa, alimentos, servicios, diversiones, medicamentos y educación para tus hijos. Si no lo tienes, tendrás que conformarte con lo que el gobierno te quiera regalar, buena suerte con ello.
Todos hemos visto en Internet historias de personas que ganan la lotería y a los cinco años vuelven a ser pobres. También hemos visto infinidad de casos de gente que pierde sus bienes por alguna situación y a la vuelta de los años vuelven a ser ricos. ¿A qué se debe?
Ciertas formas de pensar hacen que seas más rico, y otras hacen que seas más pobre. Todo está dentro de tu cabeza, no afuera.
Si no tienes dinero, lo natural es que busques pedir prestado. El que presta dinero normalmente cobra un interés por ello. Y aquí es donde comienza lo más interesante: el prestamista, ya sea un banco, caja popular o un agiotista, siempre mide el nivel de riesgo que representa la persona que pide dinero.
Imagina lo siguiente:
El banco ABCDE le dice a su director de crédito: Aquí tienes 100 millones de dólares, los vas a dar prestados y al final del año quiero que me devuelvas 115 millones.
Si el director le presta el dinero a gente muy buena para pagar, digamos que el 99% pagan su deuda, entonces, por cada 100 clientes, 99 sí pagan y uno no paga. Por cada 100 dólares que se otorgan en crédito, al final del año hay que cobrar 115 dólares (para cumplir al dueño del banco). Estos 115 dólares se dividen entre 99 personas y cada quien paga 116.16 dólares (115 dólares x 100 clientes = 11,500 dólares, que se deben dividir entre las 99 personas que sí pagan. 11,500 entre 99 = 116.16).
En un mercado de nivel más bajo, digamos que el 95% de los clientes sí pagan y el 5% no pagan, entonces por cada 100 dólares prestados, el banco debe recuperar 115 dólares y estos se dividen entre 95 personas y cada quien paga 121.05 dólares (115 dólares x 100 clientes = 11,500 dólares, que se deben dividir entre las 95 personas que sí pagan. 11,500 entre 95 = 121.05).
Podemos repetir la operación tantas veces como queramos, y veremos algo así:
De lo anterior, podemos llegar a varias conclusiones interesantes:
El banco siempre gana lo mismo (15% en este caso), aunque el cliente no pague lo mismo.
Si en tu cabeza pagar tus deudas es una prioridad, automáticamente te darán dinero más barato. Esto te ayudará a subir de nivel económico con un costo menor.
El banco, al igual que el dueño de un casino, siempre gana. Nadie le roba al banco cuando no paga. Le roba a las personas que sí pagan. Al no pagar, perjudicas a los demás clientes, no al banco.
Si no pagas lo que debes, eventualmente nadie te va a querer prestar. Te estás cerrando las puertas tú solo. Te harás de mala fama y la gente no va a querer hablar contigo.
El banco maneja grandes números, no le caes bien ni mal, no te conoce. No le interesa tu religión, ni el color de tu piel ni tu orientación sexual. Solamente le interesa conocer qué tan bueno eres para pagar, para cobrarte el interés que corresponde a tu nivel.
Cuida tu historial crediticio, algún día lo vas a necesitar.
Los bancos tienen increíblemente bien medidas a las personas. Incluso las tarjetas de crédito con el logotipo de un equipo de futbol tienen tasa de interés diferente a las que tienen el logo de otro equipo.
Los números son fríos, todo lo que hemos visto en este artículo son matemáticas. El que no sabe manejar números está condenado a que otras personas manejen su vida.
Aprende cómo se mueven los números y entenderás mucho mejor el mundo en el que vives.
Y siempre, siempre, siempre: paga tus deudas. Pareciera que haciendo eso vas a perder dinero, pero en realidad vas a entrar a un mundo donde las instituciones te quieren como cliente, los empresarios te quieren como socio, las puertas se te van a ir abriendo y en general la gente te va a apreciar más como persona.
Eduardo Gutiérrez Arredondo