Deja de patear la lata. Te decimos cómo.

Deja de patear la lata. Te decimos cómo.

0 202
 
Hay una contradicción dentro de la mente humana que muchas veces nos estaciona en la procrastinación sin querer queriendo.

Para quien no sepa aún, la procrastinación es el sinónimo de "patear la lata” o posponer el llevar a cabo una acción, cualquiera que ésta sea, sin importar el tamaño o dificultad.

¿Te ha pasado?

Desde el punto de vista neurológico (funcionamiento de nuestro cerebro), la procrastinación se entiende como un conflicto interno que prioriza la recompensa de corto plazo frente a beneficios a largo plazo. No se trata simplemente de "tener hueva”, sino de complejos mecanismos de defensa emocional y autorregulación.

Mientras, por un lado se nos dice que hay que "dejar de mirar el árbol y poner la vista en el bosque” para fijarnos metas retadoras, grandes sueños, grandes objetivos y demás frases motivadoras; en la realidad nos quedamos sin tomar decisiones y generamos frustración.


Un ejemplo:

Una gran meta en la vida es tener una casa. Después de algunos años y circunstancias consigues un crédito sumado al de tu pareja y el sueño se cumple. A crédito, pero hay casa. No importa dónde, pero hay casa.

Nuevamente te planteas una nueva meta. Ahora quieres una mejor casa. Pero también quieres un auto. Pero quieres ir a Disney. Pero quieres un mejor trabajo. Pero quieres una mejor vida.

Y es justo aquí cuando nos estacionamos en el conflicto. Resulta que no podemos lograr nada. Porque no podemos definir una prioridad con claridad ya que todas esas metas están en el largo plazo y ahí lejos todas parecen ser iguales.

Ciertamente las grandes metas son motivadoras y plantearlas en el largo plazo para alcanzarlas es una receta que se recomienda en múltiples cursos. Y está bien. Sin embargo, nos quedamos "mirando el bosque” y nos quedamos ahí. Contemplando en nuestra mente el castillo de Disney.

Y Ahora ¿Quién podrá ayudarnos?

Una de las mejores técnicas para salir de la procrastinación es plantearse "micro metas” que te acerquen a una meta de corto plazo.

Siguiendo con nuestro ejemplo:

Si te planteas mejorar tu casa, como hacer una nueva habitación, hacer una piscina, ampliar tu sala, techar tu estacionamiento, que cualquiera de estos proyectos representa un plan mínimo de un año para alcanzarlo. ¿Qué puedes hacer como "micro meta”?

Completa el closet de tu habitación. Es un proyecto mucho menor, pero te permitirá terminar algo bien hecho y sin duda cada vez que entres a tu cuarto sentirás que vas por menos.

Invierte en tu jardín. Con una mínima inversión podrás tener terminado un pequeño jardín interior en tu patio que te servirá para decirle a tu mente que te estás acercando al proyecto más grande.

Tu cocina puede ser un caos. Pero si inviertes en una alacena o instalas puertas y cajoneras para darle orden y belleza, cada vez que veas tu cocina estarás mandando mensajes a tu cerebro que diste un pequeño paso, pero que impacta positivamente en tus emociones.

Pintar tu casa. Ya sea interiores, exteriores o ambos, aún antes de hacer el proyecto de ampliación, de igual manera impacta en el ánimo de todos los habitantes para alcanzar poco a poco la meta mayor que puede ser una mejor casa.

Lo anterior ejemplifica claramente la forma de cómo tomar pequeñas decisiones que impactan positivamente en el corto plazo, pero que al cumplir ese pequeño avance te acerca a un objetivo mayor.

Así que, entender cómo funciona tu mente y ser consciente de tus pensamientos te llevará a encontrar formas creativas de alcanzar tus metas y evitar frustraciones por querer alcanzar en el corto plazo grandes proyectos que requieren de grandes recursos.


COMENTARIOS

Esta publicación aún no tiene comentarios disponibles.

Escribe un comentario.