La realidad se origina de las percepciones, al cambiar nuestras percepciones modificamos la realidad.

Si cambiamos las percepciones sobre nuestro cuerpo, su envejecimiento y el tiempo, podemos revertir nuestra edad biológica.

En nuestra sociedad estamos condicionados a creer que a medida que pasa el tiempo nos vamos deteriorando física y mentalmente, desprendernos de este condicionamiento permitirá que nos demos cuenta que podemos mantener o incluso mejorar nuestras capacidades. 

Empecemos por restablecer nuestra energía vital, nuestro cuerpo es holográfico, esto quiere decir que cada parte de nuestro cuerpo tiene que ver con el todo, por ello cuando modificamos para bien cualquier marcador biológico (niveles de azúcar, lípidos, insulina, masa muscular, presión de la sangre, grasa corporal, niveles hormonales, fuerza muscular, etc,) si algo cambia todo lo demás cambia para bien, por ejemplo si mejoro mi capacidad pulmonar en automático mejora mi capacidad inmunológica y cardíaca, si aumento mi fuerza muscular aumento mi densidad ósea. 

Mientras más cosas dañinas remplacemos por otras positivas para nuestra vida, más grandes serán los beneficios en todo el cuerpo, las emociones y el espíritu.

Todos hemos escuchado del efecto placebo, al momento de probar un nuevo medicamento se somete a dos grupos de personas con el mismo padecimiento, unos consumen el médicamente y otros un placebo que técnicamente no tiene ningún efecto curativo, sorprendentemente un gran número de quienes recibieron el placebo se curan.

Listemos padecimientos, hipertensión, úlceras gástricas, insomnio, cancer,  asma, etc..etc. la diferencia entre salud y enfermedad, vida o muerte, dependerá de mis expectativas, o sea: nos convertimos en lo que creemos ser.

Modifiquemos nuestra percepción sobre el envejecimiento y definamos la intención de rejuvenecer y vivir más sanos y más tiempo, ya la intención es un activador de nuestra farmacia y médico interior. Esta expectativa nos rejuvenecerá y mantendrá sanos.

Mario Montalvo Ortega.