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El secreto de AIDA. David J. Azcorra Cámara
El secreto de AIDA. David J. Azcorra Cámara
Existen diversos puntos de vista en cuanto a metodologías, modelos y demás inventos respecto a las ventas. La mayoría inician justo en el momento en el que el usuario "muestra interés” por el mensaje. En lo digital que es nuestro foco, no es la excepción.
Recordando el modelo AIDA, atribuido a Elmo Lewis, publicista norteamericano, hace más de 100 años (1898) Atracción Interés Deseo Acción. Por lo visto no ha cambiado mucho, por la humana razón, que refleja nuestra naturaleza.
Y aquí me quiero estacionar y recalcar. Al igual que todos los inventos creados por el hombre, incluídos el internet y la inteligencia artificial, son un vehículo, un medio para quien lo usa, renta, compra, adquiere o implementa. Esto que suena lógico, si lo analizamos detenidamente nos podríamos sorprender:
"Con nuestros agentes de IA tu empresa tendrá una tecnología que no se enferma, no cotiza en el IMSS, no pide permiso para ir al OXXO, ni baja de un edificio de 20 pisos a fumarse un tabaco”.
"Podrá sustituir fácilmente el trabajo de 3 o 4 ejecutivos comerciales, por una fracción de lo que hoy estás pagando”
"Llegó el tiempo de despedir a tu community manager”
"Y lo mejor, es tan fácil que no requiere una línea de código, simplemente arrastre y pegue”
Para quien vende la tecnología, ésta sí es su propósito.
Estos argumentos están circulando en las redes envueltos como mensajes publicitarios o en voz de "gurús de la tecnología”. Mientras la audiencia es ATRAÍDA, mostrando INTERÉS, y con la idea de reducir su plantilla de personal especializado surge el DESEO y el impulso de la llamada a la ACCIÓN del botón de "informes”.
El secreto de AIDA es precisamente "mirar el árbol” y "perder de vista el bosque”.
De ninguna manera estoy cuestionando el "arte de las ventas” de "productos de la ciencia”.
Pero quiero hacer énfasis en las siguientes preguntas:
¿Cuento con un plan estratégico empresarial o más aún del área comercial?
¿Están establecidas las metas de crecimiento del año en curso y por los próximos 3 años al menos?
¿Estoy consciente de los retos y desafíos de la industria en la que jugamos?
¿Conozco a mis clientes? ¿He construido una relación con ellos? ¿Sé cómo contribuyo y aporto valor a su propósito?
Desde mi opinión, la transformación digital debe ser ubicada como una estrategia de transformación de la empresa. Hay herramientas 100% humanas como el ejercicio de la Planeación Estratégica que permiten integrar estrategias que permitan al empresario a "ver el bosque” antes de caer en los encantos de AIDA.
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