El penúltimo capitalista en su afán de ganar más dinero venderá la soga con la que lo ahorcarán a él y al último.- Maurice Dobb

Hace unas semanas la tormenta Harvey generó según los expertos las precipitaciones más grandes en la historia de los Estados Unidos, pero también fue declarada la más costosa jamás sufrida, pocos días después Irma literalmente acabo con muchas islas del Caribe y se convirtió en la primera tormenta categoría 5 que pasa sobre Cuba, y al llegar sobre Florida rompió el récord de la más costosa que apenas hacía unos días había impuesto Harvey.

Entre estos dos huracanes, Katia chocaba con México y en San Francisco la temperatura subía 3 grados Fahrenheit por encima de su récord de todos los tiempos, en Dakota del Norte y Montana, los agricultores perdieron sus cosechas de trigo por sequía y calor nunca vistos, agreguemos los gigantescos incendios forestales en la costa oeste.

El huracán María, que alcanzó categoría 5 y es ya calificado como uno de los 10 más fuertes en la historia escrita, transitó literalmente arrasando a Dominicana y Puerto Rico Y que decir de los dos grandes terremotos que con diferencia de una semana cimbraron primero Chiapas y Oaxaca y Guerrero y el del 19/9 la Ciudad de México, Morelos, Puebla y el Estado de México

Y todo lo anterior solamente en Norteamérica

¡Estamos viviendo como si no existiera el mañana! ¡Vivimos como si estuviera a nuestra disposición otro planeta tierra de reemplazo!

Las fuerzas productivas del sistema capitalista son en esencia fuerzas destructivas, la obsesión por el ganar más y más dinero y poder al costo que sea, y la cultura de consumismo que nos enseña que somos lo que tenemos, y que la felicidad es el consumir y tener, está llevando al choque de las sociedades industriales con los límites biofísicos de la Tierra.

Lo anterior es una situación no sólo aberrante sino suicida, por un momento imaginemos que los médicos nos diagnostican una tremenda neumonía y que estamos a días de entrar a terapia intensiva y luego fallecer, pero seguimos fumando 3 cajetillas de cigarrillos al día y confiados en que por intervención de alguna fuerza divina nos vamos a curar.

¿Tendremos tiempo de darnos cuenta que este sistema capitalista salvaje es el origen del mal y cambiar a un sistema socialista?