Uno de los rasgos culturales de nuestro tiempo en especial en Latinoamérica es la recompensa inmediata. Que consiste en recibir placer y beneficios de forma rápida y fácil. Casi sin esfuerzo alguno. El problema es que como no siempre es posible la frustración es más frecuente y genera una sensación de fracaso crónico.

Culturas orientales como la China, Japonesa y Coreana o del norte de Europa como la Noruega, Sueca o Finlandesa en cambio, son conocidas por su fuerte orientación al largo plazo.

Es un conjunto de valores, creencias y actitudes que enfatizan la planificación a largo plazo. Se caracteriza por una visión del futuro más allá de las necesidades y deseos inmediatos, poniendo foco en el bienestar de uno mismo, la familia y la comunidad incluso más allá de la generación actual. Tiene 4 pilares:

Planificación a largo plazo. Las personas que viven la cultura del largo plazo establecen metas y objetivos superiores. Son conscientes de que el éxito no se consigue de la noche a la mañana y están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo.

Perseverancia. No se desaniman fácilmente ante obstáculos y recuerdan constantemente el objetivo mayor.

Paciencia. Al tener un concepto más amplio del tiempo saben que será necesario mantenerse en la ruta trazada sin desesperarse.

Recompensa a largo plazo. Son conscientes que las decisiones a corto plazo pueden tener consecuencias a largo plazo, por tanto, sus decisiones pueden no dar gratificación inmediata, pero saben que la recompensa será mayor.

La cultura de largo plazo permite vivir con mayor éxito, satisfacción y bienestar social. Las personas con una orientación a largo plazo tienden a estar más involucradas en su comunidad y a trabajar para mejorar la sociedad. Al tener un sentido de la vida viven sin complejos y estereotipos sociales que tanto afectan a las finanzas personales.

Hay algo cierto. La cultura del largo plazo no es un superpoder con el que se nace, sino que se aprende y desarrolla a lo largo de la vida. Viene de nuestros padres y a la vez de sus padres. Nosotros somos quienes podemos hacer los ajustes y cambios de nuestro pasado para ir creando cultura hacia nuestros hijos.

Hay 3 cosas que puedes hacer para crear cultura del largo plazo: Promover la educación para que se desarrolle el pensamiento crítico, Fomentar el ahorro y la inversión para poner metas de largo plazo y Promover la responsabilidad social con sustentabilidad.

En Grupo GyA somos promotores de la cultura del largo plazo.

En nuestros programas de formación de agentes de seguros incorporamos metodologías que ayudan a nuestros agentes a alcanzar un nivel excepcional de autoconocimiento y desarrollo personal para dar paso a un agente de seguros profesional, pero sobre todo exitoso.

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