Una creencia arraigada en generaciones antepasadas era la máxima de que, terminando la carrera universitaria, había que aplicar para buscar una oportunidad en una empresa paraestatal, una empresa privada o ya de perdido en una empresa local y forjar una carrera de muchos años. Quizá en el camino y después de mucha reflexión, tomar la decisión de cambiar de trabajo y seguir hasta lograr tu retiro después de 30 años.

Aunque suene increíble para las nuevas generaciones, basta con pedirle al abuelo o incluso al papá o la mamá que te cuenten.

En tiempos modernos, las rígidas estructuras laborales y la falta de legislación que se adapte a la realidad están generando la aparición de fenómenos como el job hopping.

¿Qué es el job hopping?

Como muchas tendencias del mercado estadounidense, el job hopping es un término que define la tendencia a cambiar de trabajo con frecuencia. Estas pueden ser algunas causas de esta práctica:

Búsqueda de nuevos retos profesionales. La burocracia dentro las empresas, estructuras jerárquicas rígidas que complican la innovación y el trabajo colaborativo pueden ser causas que activen la necesidad de buscar nuevos retos profesionales en el corto plazo.

Mejor sueldo y prestaciones. El legítimo derecho a mejorar y buscar mejores ingresos y una falta de claridad en la forma de escalar posiciones en la empresa.

Mejores condiciones y ambiente laboral. Un mejor horario, una mejor ubicación del centro laboral, días de descanso escalonado, un ambiente menos tóxico pueden ser causa del job hopping.

Sin embargo, algunos reclutadores tienen otra perspectiva del job hopping ya que al ejecutar sus procesos de reclutamiento no pueden evitar relacionar este fenómeno con la falta de estabilidad, la dificultad para construir fuertes relaciones laborales y que una vez que el candidato entre a la empresa, éste dedicará parte de su tiempo a buscar un nuevo trabajo.