Escucha Activa. ¿Qué es exactamente?

Escucha Activa. ¿Qué es exactamente?

 

Es probable que hayas leído en algún artículo de LIDER EJECUTIVO MX el término escucha activa como una característica especial del liderazgo.


El término escucha activa fue acuñado en 1957, por los psicólogos Carl Rogers y Richard Farson en su libro Active Listening en el que presentaban el método de comunicación que requiere que nos metamos dentro del interlocutor, que captemos desde su punto de vista, qué es lo que nos está comunicando.

La escucha activa es una habilidad para cualquier líder, ya que le permite conectar de manera más profunda con sus equipos, colaboradores y stakeholders. Pero como todo, debe ejecutarse en eventos y momentos adecuados.

¿Cuándo, Cómo y Dónde?

Esta habilidad permite a los líderes demostrar un genuino interés en una conversación uno a uno, contribuye a fomentar la confianza, permite la apertura a la comunicación asertiva, ayuda a la resolución de problemas, potencia la creatividad, mantiene la motivación y por supuesto permite tomar mejores decisiones.

La escucha activa es recomendable en reuniones uno a uno. Revisiones de resultados de áreas estratégicas, planteamiento de iniciativas, nuevos proyectos, solución de conflictos.

Como toda habilidad es necesario ejercitarla para ir mejorando. El detonador inicial es la actitud de quien va llevar el control de la conversación.


Ubicación. Algunos expertos recomiendan mostrar una actitud de apertura y recomiendan evitar ubicarse en la posición del jefe. Es decir, ubicar un escritorio o mesa entre quienes participan. Mejor ubícate a un lado.


Elimina distractores. Ocasionar un ambiente en el que suenen los celulares solo hará una conversación estéril.


Evita interrumpir y valida sus ideas. Deja que el interlocutor se exprese sin interrupciones y al finalizar, expresa su idea en tus propias palabras para validar si lo que tu le dices es lo que te quiso comunicar.


Preguntas específicas y abiertas. Abunda sobre el tema preguntando más detalles, promueve la escucha en tí y el habla en el otro.


No emitas juicios. Es muy importante evitar expresar un juicio, no es el objetivo de la escucha activa. Centrarse en la atención en sus palabras permite una comprensión más profunda.


Duración. La práctica de la escucha activa debe ser usada en casos específicos para tratar temas puntuales y evitar saltar de un tema a otro. Por tanto antes de iniciar la reunión es recomendable definir el tema que se va tratar y no extender la conversación más allá de 30 minutos.


Conclusión


La escucha activa es, sin duda, una habilidad del liderazgo que requiere práctica y una aplicación prudente en reuniones de trabajo uno a uno, para sacar el máximo provecho. Definir el tema y el cómo, cuándo y dónde son variables que deben ser resueltas con anticipación; bien vale la pena su aplicación por la alta productividad de sus efectos.


Estamos seguros que vas a decir: ¡Son los mejores 30 minutos que he invertido en mi vida!



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