Recordando a la uva de mar. Adriana González Durán

Recordando a la uva de mar. Adriana González Durán

 
Hace unas semanas manejando en la ciudad de Mérida y haciendo mi debido alto, pude percatarme que mientras esperaba el verde, una floración muy singular llamó poderosamente mi atención, su color con tonalidades lilas y hojas verdes enormes con nervaciones rojas. 

Afinando mis ojos se trataba sin duda de la Uva de Mar. En seguida me hizo regresar a los años de mi infancia playera en la casa de Chelem y el agridulce sabor de sus frutos. 

Por cierto, cerca de la Colonia México en esta ciudad de Mérida hay un árbol renorme de Uva de Mar y por la misma ruta cerca del Monumento a la Patria hay otro. 

También podemos encontrarlo en otras partes de la ciudad y sobre todo en las costas de Yucatán.

La Coccoloba uvifera comúnmente conocida como uva de playa, uvero de playa, carnero, kiiche, niiché, roble de la costa y uva de la Costa. Ni’che’ (maya), es un árbol o arbusto perennifolio, de 9 a 15 m de altura con un diámetro a la altura del pecho de hasta 1 m. La planta varía grandemente en tamaño, desde arbustos bajos postrados en playas azotadas por el viento, árboles pequeños de ramas apartadas y grandes de mucha antigüedad. Hojas alternas, tiesas y coriáceas, redondeadas o en forma de riñón, de 7 a 15 cm de largo por 10 a 20 cm de ancho, haz verde azuloso y envés verde pálido. Sus frutos o uvas marinas son carnosas y su pulpa extremadamente jugosa y dulce, con un aroma y sabor acidulado muy agradable, aunque sólo son comestibles cuando los frutos tornan de verde a púrpura y sus flores son solitarias con pétalos de color rosado pálido y provistas de estambres amarillosos. 

Es originaria de América Tropical. Crecen naturalmente en ambientes costeras en la Florida y la región del Caribe. Bermudas, Bahamas, Antillas y en la costa noreste de México. Se extiende a todo lo largo de la costa Atlántica de América Central, encontrándose también en ambas costas de América del Sur hasta Perú y Brasil. En México la encontramos en Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

Sus usos van desde el comestible, ornamental y su tronco sirve como combustible (leña y carbón). En México el carbón es particularmente apreciado por los herreros y orfebres. Está probado que la leña es ideal para cocinar. Los frutos maduros se utilizan para elaborar mermelada, jalea y bebida parecida al vino. El líquido rojo que mana de la corteza, hoja, raíz ("Kino") se utiliza comercialmente para curtir y teñir pieles dada la gran cantidad de tanino que contiene (41%), La madera es fuerte y de buena calidad. se emplea en muebles, gabinetes, postes, ebanistería y carpintería en general, revestimiento de interiores. La madera es apreciada pero pocas plantas alcanzan el tamaño adecuado para una explotación comercial. 

Es una especie frecuentemente cultivada en los jardines ornamentales urbanos y contiene antioxidantes, vitaminas B y C, y minerales como el calcio, potasio, hierro, yodo, magnesio, flúor y zinc. En la apicultura sus flores producen abundante néctar y la miel a pesar de su alto contenido de humedad es de buena calidad, de color ámbar y con sabor a especias. 

Es un árbol medicinal que se pueden aprovechar prácticamente todas sus partes. Como es el cocimiento de la raíz, fruto y corteza con propiedades febrífugas y astringentes. Corteza, y hoja en diarrea crónica, disentería y enfermedades venéreas. La semilla como emenagogo y retención de la orina. Fruto para dolor de ojos. Y también se considera un gran cicatrizante

Como puede verse posee muchísimas virtudes, y es un árbol clásico de la zona, a considerar para no perderse, y espero sea tan aprovechado y apreciado como yo al verlo en la avenida. Hablando de esto, me despido para que en el próximo articulo nos leamos con otras floraciones típicas de la época y de la Ciudad que ahora tampoco he podido dejar de admirar, aunque no endémicas casi se consideraron al ser introducidas, el flamboyán y la lluvia de oro.

M.C.F. Adriana González Durán

adrisgd@gmail.com
La botica de Dría.

Adriana González Durán es Ingeniera Agrónoma con Especialidad en Horticultura Tropical  por el Instituto Tecnológico de Conkal con Maestría en Floricultura con especialidad en mejoramiento genético del Centro de Investigación y Asistencia Posgrado en Ciencias de en Tecnología y Diseño del Estado de la Floricultura con Jalisco A.C. (Unidad Sureste). Ha participado en diversos proyectos de investigación. Amante de la lectura y la naturaleza.


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