Emprendimiento Consciente. David J. Azcorra Cámara

Emprendimiento Consciente. David J. Azcorra Cámara

 
El ya conocido cuadrante del flujo del dinero de Robert Kiyosaki en el que explica el concepto de libertad financiera, si bien es un concepto teórico interesante y que se desarrolló en Estados Unidos durante la fiebre de las bienes raíces antes de la burbuja inmobiliaria de 2008. Tiene conceptos teóricos que se pueden poner en práctica de manera exitosa, pero que en la realidad de la mayoría de las personas no lo es tanto.

Para conocer más te invito a leer el artículo: El cuadrante del flujo de efectivo de Robert Kiyosaki.

La libertad financiera es la capacidad de vivir sin depender de un empleo activo, gracias a la rentabilidad de las inversiones, los ingresos pasivos y otras fuentes de ingreso.

En nuestros días el término libertad financiera es usado para seducir o motivar a jóvenes y no tan jóvenes para adquirir un modelo de negocio con la promesa de alcanzarla. Al mezclarse con temas de recompensa fácil, retornos de inversión fenomenales y una imagen del éxito financiero distorsionada de la realidad individual han causado más de una decepción.

Inicio de Ciclo

Cada vez que inicia el año, durante los primeros días, es común que algunas personas se vuelvan un poco más inquietas de lo normal para emprender un negocio, cambiar de empleo o quemar los barcos para iniciar una nueva vida.

Y aquí surge la pregunta: ¿Todos pueden emprender?

En la mayoría de los casos el término emprender se asocia con "emprender un negocio” y la imagen es la de los niños en el parque en un puesto de limonada.

Desde mi perspectiva el término emprender es más amplio. Puede ser un proyecto de cualquier índole, incluso, desde hacer un pastel, cocinar, hasta iniciar una vida, lo que sea que esto signifique; son proyectos de emprendimiento.

Entonces la respuesta a la pregunta que si todos podemos emprender es un rotundo sí. Todos podemos emprender. Pero habría que agregarle un adjetivo a la respuesta:

Todos podemos emprender, pero no todos pueden emprender con éxito.

En otro artículo compartí una visión al respecto: ¿El éxito es para todos?

Así que hay que hacer una pregunta más ¿El éxito según quien?

Y aquí es cuando todo aterriza. Sostengo que el éxito lo define cada quien de acuerdo a su percepción de la realidad y su realidad; y de su nivel de consciencia. Así que el éxito es la causa.

¿Cómo dar el primer paso para un emprendimiento exitoso?

Te comparto, apreciare lector una visión: antes de buscar el proyecto para emprender, echemos una mirada en quien lo va emprender. El proyecto es el vehículo, pero el conductor eres tú.

Entonces, un emprendimiento consciente es fundamental para tomar una decisión acertada.

Estar en el aquí y en el ahora, te llevará a valorar lo que hoy estás haciendo y si lo que haces te está acercando a donde quieres ir. Pero eso es individual.

Una de las críticas que hago del sistema educativo formal es que parece que el objetivo es preparar a las masas para que éstas sean uniformes, estandarizadas. La Universidad como la conocemos, tradicionalmente responde a los requerimientos de fuerza laboral. Por supuesto que hay estilos de educación hacia la formación de liderazgo, de agentes de cambio, emprendedores, otros estilos están más enfocados a la innovación, la investigación y desarrollo; otros más hacia la computación, ciencias de datos, inteligencia artificial.

Pero la Universidad de la Vida, esa que sigue después de egresar, esa que nos enseña a que somos individuos y somos responsables de nosotros mismos, la que nos enseña a convivir con quienes piensan distinto a nosotros, la tenemos que cursar o vivir en tiempo real.

Y hoy el reto de las empresas es encontrar nuevas formas de generar riqueza en un entorno que ha cambiado, pero ha cambiado porque nosotros como personas hemos cambiado.

El reto de quienes estamos ya en la vida productiva o laboral por un buen tiempo es estar conscientes que los 65 años ya no son la última frontera, la esperanza de vida es cada vez mayor y nuestro tiempo es menos.

Las nuevas generaciones, como lo fuimos nosotros, deberá adaptarse también, y cuanto antes mejor.

Finalmente será importante estar alertas para aprovechar oportunidades que te permitan ser mejor versión de lo que hoy eres. Una persona no es un producto terminado.

Nuestro ciclo dura hasta el último suspiro.

Al tiempo

David J. Azcorra Cámara

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