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Cual es la diferencia entre motivación y voluntad
Cual es la diferencia entre motivación y voluntad
Parece que últimamente todo el mundo debe estar motivado. Es la gran receta de nuestro siglo. En librerías Gandhi o Amazon hay colecciones en la sección de Autoayuda.
Sin embargo, se ha dejado de hablar de la fuerza de voluntad.
Recuerdo que de niño mis abuelos me recordaban una y otra vez la frase "debes tener fuerza de voluntad” cuando tenía que hacer algo que no me gustaba pero que según mis mayores era algo conveniente o bueno para mi. También cuando no debía hacer algo y tendría que vencer a la tentación.
Hoy, un niño que se niega a poner su ropa en el cesto de la ropa sucia parece que tuviera una crisis de desmotivación y justificamos lo que sea para motivarlo. Si no cede, algunos padres son capaces de llevarlo a terapia porque algo anda mal.
La diferencia entre motivación y fuerza de voluntad es como una vela y un cerillo. El cerillo es la motivación. Y la vela, la fuerza de voluntad.
Cuando queremos movernos hacia un objetivo. ¿Qué hacemos? Encendemos la vela con el cerillo. Es intensidad es la motivación.
Con ese arranque. ¿Qué puede ocurrir? Que nuestra vela se apague porque tiene poca cera. Eso pasa con todo lo que iniciamos y no terminamos. Entonces, necesitamos mucha cera para que la vela se mantenga encendida.
Regresando al ejemplo del niño que se niega a depositar su ropa en el cesto de la ropa sucia, no basta con que esté motivado ese día con una llamada de atención y hasta con un grito o regaño. Si no que, desde su interior, desde su vela, pueda depositar todas las veces su ropa sucia voluntariamente y sin que nadie le diga. En otras palabras lo haga de manera consciente.
Entonces siempre es mejor tener menos motivación y más fuerza de voluntad.
En un contexto de la vida adulta.
¿Por qué no conseguimos nuestras metas? ¿Es por falta de motivación o por falta de fuerza de voluntad?
Por falta de fuerza de voluntad. Y como todo músculo debe ejercitarse a través de los hábitos.
Mientras más hábitos vayamos haciendo, más entrenas tu fuerza de voluntad.
En lo pequeño. En una rutina de ejercicio, en hacer tu cama todos los días, en tener los zapatos en su lugar, en el orden en tu escritorio, en llamar a tus prospectos, en capacitarte, en leer, en escribir.
Tus metas no se logran por motivación. Se logran con entrenamiento constante de tu fuerza de Voluntad.
"Voluntas est animi motus”. "La Voluntad es el movimiento del espíritu”. Agustín de Hipona.