¿Qué podemos aprender de los jóvenes? Eduardo Gutiérrez Arredondo
Aproximadamente el mejor 1% de los agentes de seguros de una compañía tiene acceso a una convención. La convención es un viaje a algún destino turístico donde haya servicios de primer nivel, tanto de hotelería como de alimentos y actividades de recreación.
Gracias a la producción de mis agentes, estuve presente en el evento de AXA Seguros que se realizó en Punta Mita, un paraíso ubicado en la Riviera Nayarita. Pero más allá de la belleza del lugar, las instalaciones del hotel sede y las actividades que se desarrollan entorno al evento; lo que vi simplemente rompió con las creencias que tenía sobre los agentes exitosos.
Siempre había pensado que los agentes tenían un proceso de crecimiento gradual, iban creciendo poco a poco y después de algunos años, normalmente diez o más, podían acceder a uno de estos eventos exclusivos como parte de su consolidación. También pensaba que los agentes de seguros muy jóvenes no tenían éxito porque no inspiraban confianza en los clientes, porque no se comprometen con la profesión, o porque al no tener hijos que les motiven a salir a luchar, buscaban trabajos más fáciles.
Todas mis ideas preconcebidas se fueron a la basura al ver a cinco o seis jóvenes (demasiado jóvenes) que resultaron ser agentes de seguros ganadores de la convención y no como habitualmente pasa que acompañan a sus padres.
Esto me hizo reflexionar sobre el poder de la juventud y su relación con las nuevas tecnologías: marketing, redes sociales, capacidad de grabar videos de alta calidad en pocos minutos sin tener que contratar a un estudio de grabación, etc.
¿Qué saben hacer estos jóvenes, que los adultos tenemos miedo a practicar o que simplemente desconocemos en su totalidad?
1. No tienen miedo a cometer errores. Al analizar sus videos y publicaciones, se ve una evolución muy acelerada. Ellos lanzan sus ideas al público, aún a riesgo de quedar en ridículo, y analizan la respuesta, qué video me trae qué tipo de clientes, cuál tiene mayor porcentaje de apertura, en qué videos la gente sigue viendo hasta el final, etc. Pero, sobre todo: de qué videos vienen mis mejores clientes.
2.Marketing en vivo. Este aprendizaje de prueba y error directo sobre el mercado es más valioso que cualquier carrera y cualquier maestría. Un maestro de universidad normalmente nunca ha salido a la calle a vender. Además, no te califican con puntos, la carrera de agente de seguros te califica con dinero. No tiene nada de raro que uno de estos jóvenes esté ganando cuatro o cinco veces más que sus papás.
3.Habilidades blandas (soft skills). Los jóvenes realizan una amplia variedad de actividades: se graban en video, configuran en redes sociales el mercado al que quieren llegar, lanzan campañas publicitarias, hablan con los clientes, los convencen de mejorar sus finanzas personales, cobran, pagan impuestos, dan seguimiento, contratan gente, manejan empleados, etc., adquieren habilidades que son extraordinariamente valiosas en el mundo de hoy. El dinero que ganan es absolutamente bien merecido.
4. Piensan en nichos de mercado, no en "conseguir clientes”. Esta diferencia es tan brutal como decirle a alguien: toma un palo, ve y consigue carne. En cambio, si le dices a alguien: a tal hora las truchas tienen hambre, normalmente están en tal parte del agua, les gusta comer moscas, así que tienes que amarrar el anzuelo en la punta del cordel y tienes que simular que vuela una mosca. Cuando caiga sobre el agua, el pez la morderá. Este nivel de detalle solamente se adquiere saliendo al mercado, probando ideas y llegando a conclusiones perfectamente funcionales.
5. Comparten el conocimiento entre sí. Los jóvenes de hoy no se guardan de forma mezquina lo que saben, hacen grupos de WhatsApp y de Telegram, y aunque una parte del tiempo están compartiendo memes, cuando tienen un problema con su trabajo, se ayudan entre ellos (a veces hasta con gente de otros países y que hablan otros idiomas gracias a los traductores automáticos) y van aprendiendo y mejorando a una velocidad mucho más eficiente que con el viejo sistema autor-libro-escuela-maestro-alumno.
Para nosotros los adultos, es muy fácil criticar a los jóvenes. Lo difícil es aceptar que son los nuevos dueños del mundo y que están haciendo su trabajo mucho mejor de lo que nosotros, los "grandes”, estamos dispuestos a aceptar.
Estas 5 acciones que los jóvenes agentes llevan a la práctica casi de manera automática han hecho cuestionarme algo, yo también fui joven y los métodos de aprendizaje estaban adaptados a un medio ambiente que al día de hoy ha cambiado. Si bien, siguen siendo efectivos en el largo plazo, la realidad plantea que no se necesitan 10 o 20 años para llegar a una convención nacional. Fui testigo de jóvenes que la están haciendo en muy poco tiempo.
"Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio” – Charles Darwin
Eduardo Gutiérrez Arredondo