El futuro del trabajo y la educación, un camino paralelo. Juan Arenas Ruiz
Muchos de los trabajos tradicionales se convertirán en "trabajos tecnológicos”. Para los próximos cinco años el mercado laboral mundial podría absorber 150 millones de nuevos empleos tecnológicos. Esto es un reto para empresas, casas de estudio y personas.
Por Juan Arenas Ruíz*
El trabajo del futuro será cada vez más híbrido y personalizado. Además, tendrá una tendencia hacia la colaboración. En este sentido, para satisfacer las necesidades del mercado laboral, la educación deberá tener las mismas características, ser personalizada para formar personas que puedan laborar de manera cada vez más eficiente bajo un modelo remoto y colaborativo.
El camino de todos es distinto. Cada persona, de acuerdo con su experiencia laboral y profesional ha adquirido ciertas capacidades y se ha especializado en ciertas áreas; sin embargo, para continuar con su desarrollo dentro de una organización o de manera independiente requiere recetas totalmente distintas. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora McKinsey, al menos dos terceras partes de los empleadores consideran que se debe buscar la personalización para reforzar las habilidades que las personas requieren para realizar su trabajo.
Para responder a estas tendencias laborales, la educación también se está transformando. Esta tenderá a ser cada vez más híbrida, personalizada y con programas educativos más cortos, muchas veces modulares, dirigidos prácticamente a cualquier persona. Por ejemplo, a un recién egresado de la universidad que requiera fortalecer ciertas capacidades y habilidades para un determinado trabajo, lo mismo que para los que han egresado hace cinco, diez o más años; los que están cambiando de rumbo o están a punto del retiro. Hoy, seis de cada diez personas manifiestan estar conscientes de que necesitan adquirir o reforzar ciertas competencias para los próximos seis meses. Según una encuesta realizada por la consultora McKinsey en el año 2020 a 190 directores ejecutivos, 77% expresó que la recapacitación es muy o moderadamente importante para el futuro de su organización.
A este escenario le imprime más presión el hecho de que sólo 60% de los roles futuros de una empresa podrán ser ocupados por los colaboradores que actualmente están dentro de esa organización. Esto evidencia que la atracción de talento se convierte en uno de los retos más importantes para las organizaciones y también para las personas. Desarrollar las competencias adecuadas será crucial para continuar participando en las empresas. ¿Otro factor que incrementa la presión? Muchos de los trabajos tradicionales se convertirán en "trabajos tecnológicos”. Así lo vaticinaba el Foro Económico Mundial (WEF) en el año 2020. Además, planteaba que para los próximos cinco años el mercado laboral mundial podría absorber 150 millones de nuevos empleos tecnológicos. La capacitación no puede esperar.
En este contexto, detectamos cuatro importantes pilares relacionados con temas digitales:
1) Programación. Observamos una gran necesidad para crear diversas aplicaciones que faciliten y hagan más eficientes los procesos. La misma programación implica el desarrollo de otro tipo de empleos.
2) Análisis de datos. Se dice que los datos son el nuevo petróleo. El análisis de estos permite un mayor conocimiento de los mercados, las industrias y arroja luz hacia nuevos caminos que llevan a la diversificación.
3) User Experience. Hoy, seducir al mercado con experiencias memorables es determinante para posicionarse en su top of mind.
4) Ciberseguridad. Nada de lo anterior tendría sentido sin una estrategia de ciberseguridad que lo respalde.
Todo este escenario de constante transformación que genera una buena dosis de retos que requieren no sólo de personas con los conocimientos técnicos, sino de la fortaleza mental para transitar por estos caminos y continuar con el crecimiento. Así, habrá que desarrollar en las personas habilidades como la resiliencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad.
La actualidad en el mundo del trabajo y en el de la educación es un gran desafío para todos. Las casas de estudio deberemos ser cada vez más congruentes con las demandas de las empresas y organizaciones. Las empresas deberán ser más ágiles para detectar sus necesidades de capacitación y las características que deberá tener su futuro talento. No obstante, en esta ecuación, las personas juegan un papel muy relevante. Nosotros mismos debemos hacernos cargo de nuestro desarrollo. Hoy estamos en posición de conocer cuáles son los empleos más demandados y de saber cuáles son las capacidades y habilidades necesarias para desempeñarlos. No podemos ser simples observadores de la transformación global y quedarnos sin formar parte de esta era tan emocionante que nos ha tocado vivir.
*Juan Arenas Ruíz es Vicerrector de Educación abierta de Tecmilenio y Director General del Centro de Competencias de Tecmilenio
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