"No te rindas, pues la vida es eso; continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros, y destapar el cielo”. Mario Benedetti

En los últimos días de esta larga e interminable pandemia de Covid-19, hemos escuchado a mucha gente que no la está pasando bien, ya sea por causa de la enfermedad, por la perdida de seres queridos o bien por las menos importantes, pero más urgentes dificultades económicas.

Hemos escuchado de empresas que, debido a la falta de ventas, han decidido cerrar en forma temporal o definitivamente. Según los líderes de las diversas organizaciones empresariales en promedio, a causa del confinamiento por la pandemia se cerrarán 30% de ellos.

Lo anterior me lleva a compartir, amable lector, algunas reflexiones. 

Los empresarios sabemos aceptar y gestionar los riesgos y las dificultades, ese es nuestro hábitat natural, todo el tiempo lo estamos haciendo, de hecho, los que ya llevan algunos años en esta actividad, hemos aprendido a adaptarnos a este tipo de situaciones que se presentan en forma cíclica cada diez años aproximadamente. 

Asimismo, sabemos que las empresas son entes o entidades con personalidad propia, y que son ajenos a la persona del empresario, llámese Accionista. Muchas empresas de nuestro medio son dirigidas por uno de sus accionistas y eso provoca un poco de confusión de su rol en la empresa. 

Los funcionarios de las empresas deben realizar la función primordial de permanecer y cubrir una necesidad a las personas que adquieren o usan sus servicios, asegurando un rendimiento a sus accionistas. Un accionista lo que pretende es obtener el mayor rendimiento por su inversión y participa en las decisiones de la empresa por el monto de su aportación.

Los plazos en las empresas son importantes, casi siempre habrá oportunidad de lograr un día más. 

Las empresas pueden ir teniendo malos resultados financieros, pero estos pueden ser cubiertos o financiados por préstamos a corto y largo plazo. La posibilidad que ofrece el financiamiento es de poder ganar tiempo e ir recuperando los resultados que permitan su devolución o pago. También las aportaciones de capital lo logran. Existe un punto donde la empresa ya no podría continuar su operación, ese punto es la quiebra.

El rumbo de la empresa, es fundamental, como pretender ir hacia donde no se sabe. Sucede a menudo que las organizaciones o entidades de todo tipo, no saben hacia donde se dirigen. Eso trae consigo la falta de alineación de las acciones y las decisiones que se toman todos los días, con el fin ultimo perseguido. La permanencia y continuidad de las empresas va de la mano de la planeación a largo plazo, donde se visualizan los posibles riesgos que ponen en peligro el negocio en marcha.

En estos días también hemos escuchado a personas y empresarios que comentan que han realizado cambios en sus organizaciones que los han llevado a crecimiento en sus ventas. En estas personas existe un común denominador, el cierre del negocio, no es opción. Como una persona debajo del agua del mar, busca desesperadamente el aire para respirar, ellos buscan el camino que los lleve a la sobrevivencia. Los hay de empresas grandes o de mico negocios, su aceptación del problema y su acción hacia la solución es muy rápida y muy eficiente. Se adaptan fácilmente a los cambios y generan nuevas soluciones con creatividad sorprendente. Sigo insistiendo que en esta nueva normalidad hay ganadores y perdedores. Lamentablemente el sistema está sufriendo una purga, y sólo los más preparados sobrevivirán.

Victor Alvarez Palma (+)

Victor Manuel Alvarez Palma es Contador Público por la Universidad Autónoma de Yucatán, Cuenta con Especialización en finanzas y Maestría en finanzas por la Universidad Anahuac Mayab se ha desempeñado en diversas áreas de contabilidad y finanzas de empresas privadas asi como Consultor y Asesor en Desarrollo Empresarial. Es Director General de Talleres Peninsulares Alvarez empresa parte del Grupo Alvarez Asociado y Ex Consejero del Colegio de Contadores Públicos de Yucatán. Miembro  Nexus BP , Red Concreta, Coparmex y Canacintra.