El miedo no anda en burro. Cuidado con los refranes

El miedo no anda en burro. Cuidado con los refranes

 
Es seguro que en algún momento de tu vida, te pidieron en la escuela que hicieras una investigación acerca de los refranes populares.

Esta tradición oral que se transmite de generación en generación y que encierran "sabiduría popular” tiene su orígen en las vivencias de los pueblos a lo largo de la historia. Encierran en una frase muy fácil de aprender y que nos recitaban nuestro abuelos a nuestros padres y nuestros padres a nosotros, parte de la cultura del lugar donde nos desarrollamos.

Sin embargo, detrás de su aparente simplicidad pueden esconder un potencial peligro: el de convertirse en creencias limitantes que impiden nuestro crecimiento personal y profesional.
  • No hay mal que por bien no venga
  • El que calla otorga
  • Al mal paso darle prisa
  • Más vale aquí corrió que aquí murió
  • A lo hecho, pecho
  • De tal palo, tal astilla
  • El que la hace la paga
  • Amor con amor se paga
  • El que a hierro mata a hierro muere
  • Un clavo saca a otro clavo
  • Ojos que no ven corazón que no siente

Las creencias limitantes son ideas que tenemos de nosotros mismos, de los demás y del mundo que aprendemos en nuestra infancia ya sea por experiencias negativas o porque se nos fueron enseñadas y que se pueden convertir en barreras que nos impiden desarrollarnos plenamente. 

Pero regresando a los refranes populares te dejamos 5 consideraciones para tener reservas de su aparente utilidad:
  1. Excesiva simplificación de la realidad. Ignorar los matices y excepciones y aplicarlos como regla no hacen más que distorsionar situaciones complejas en ideas simplistas de la realidad. (No hay mal que por bien no venga).
  2. Refuerzo de prejuicios. Muchos refranes reducen una actitud de una persona en una circunstancia particular reforzando los prejuicios hacia los demás.  (El que calla, otorga). 
  3. Limitación del pensamiento crítico. Depender de refranes como fuente de conocimiento atrofia nuestra capacidad de pensar críticamente y evaluar la información por nosotros mismos al aceptar ciegamente lo que nos dicen. (Ojos que no ven, corazón que no siente).
  4. Obstáculo para el crecimiento personal. Hay refranes que lo que hacen es desmotivar nuestro deseo de perseguir nuestros sueños o superar obstáculos ya que nos presentan el cambio como algo prácticamente imposible. (A lo hecho, pecho).
  5. Vulnerabilidad a la manipulación. Los refranes pueden ser utilizados por personas con poder para manipular o justificar sus propios intereses. (Amor con amor se paga).
Por supuesto que no se trata de descalificar a los refranes populares, pero si es necesario cuestionarlos y no aceptarlos como verdades absolutas.

Lo importante es reconocer nuestras creencias limitantes, ser conscientes de ellas y observarnos a nosotros mismos frente a ellas. ¿Son realmente ciertas?¿Sólo me limitan o también aplican para los demás?


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