Jefe, Líder o Mentor. Manuel Gil Pérez

Jefe, Líder o Mentor. Manuel Gil Pérez

 

Parece cada vez más distante y a la vez más necesario hacer un autoanálisis de lo que realmente tenemos para aportar a nuestro propósito de vida, nuestro desarrollo personal, familiar, social y profesional a través del descubrimiento de nuestras capacidades y habilidades considerando que cada uno de nosotros somos protagonistas de nuestro desarrollo, nadie más.

Nuestra capacidad de pensamiento, sentimiento y acción a través del tiempo, nos llevan a fijarnos nuevas metas y retos que vamos proponiendo y haciendo, dando forma a través de cada decisión de nuestro carácter.

El deseo de lograr algo de manera puntual o escapar de algo no deseado, hace que nos mantengamos en movimiento constante para alcanzar objetivos particulares a veces planeados otras muchas veces no.

Por qué es importante conocernos muy bien en nuestra posición desde un punto de vista personal y profesional, precisamente por el impacto que podemos llegar a tener o no tener con las personas que nos rodean y la efectividad del logro de las metas.

En este mismo sentido de crecimiento productivo en una era digital, podemos analizar las posiciones de dirección de las tres categorías que hoy son las más conocidas y que juegan un papel en el logro de resultados.

Jefe. – Dígase de la persona a la cabeza de cualquier organización la cual se determina por una posición jerárquica. Esta posición, en la actualidad ha sido no tan bien vista por todo lo que se le atribuye precisamente por el comportamiento en la toma de decisiones que se tienen que hacer desde la misma. Un jefe es necesario y mientras existan organizaciones no van a desaparecer, alguien tiene que tomarlas..

La mayoría de los jefes no son tan bien vistos, precisamente por las metodologías de la selección de perfiles de puesto y la forma en la que se toman y comunican las decisiones, que dicho de otra manera tampoco son bien aceptadas del todo, porque se tienen  que acatar siendo justas o injustas.

Líder. – Persona que encabeza una organización o movimiento sin necesidad, la mayoría de las veces, de una estructura jerárquica, sino más por influencia de la persona a través de sus pensamientos, sentimientos y acciones que realiza día a día, ósea sus hábitos y disciplina. Un líder es un referente en su comunidad y al igual que el jefe, es el que normalmente toma la iniciativa de la mayoría de las acciones a través de su capacidad de desarrollo y auto análisis de las circunstancias y momentos de la organización o comunidad.

Como es una posición mejor aceptada que la del jefe, muchas veces tienen mejor impacto sus decisiones y se logran admitir por ser del líder.

 

Mentor.- Puede ser un jefe o líder que a través del acompañamiento en el desarrollo de las personas, ayuda a identificar sus retos, necesidades y competencias como sus comportamientos habituales, todo se realiza mediante acuerdos en común y con la máxima disposición, realizando una retroalimentación profunda y correcta, con un seguimiento disciplinado, generalmente con periodos bien definidos.

Como podemos observar de los tres niveles, el único que podría tener un nivel autoridad de jerarquía es el Jefe y sin embargo no necesariamente cuenta con el carácter con principios y valores para poder dirigir organizaciones y menos para cumplir el papel de líder o mentor, de ahí que normalmente se generaliza la mala referencia.

Aunque también pueden existir buenos jefes que se convierten en líderes y mentores precisamente por contar con los principios, los valores, los pensamientos, el corazón y la experiencia que le brindan sus años de trabajo, logrando realizar lo que todo líder generalmente hace de manera inconsciente que es empezar a influenciar y cuando se hacen los acuerdos correctos con las personas correctas se logra llegar al grado de mentoría.

Entonces es muy importante no perder de vista, que más allá de todas las recomendaciones y recetas que se realizan a través de los medios digitales, siempre como seres humanos deberá existir el conocimiento personal y social de las personas con las que nos rodeamos o conocemos. En la medida que ese conocimiento se profundice y se establezcan los canales de comunicación y acuerdos de retroalimentación, lograremos alcanzar de una mejor manera objetivos, metas, retos personales o en equipo.

En la nueva era de muchos trabajos digitales, es importante no perder de vista e identificar que la tecnología el día de hoy es una herramienta a nuestro servicio para avanzar de una manera más rápida, sin embargo, al final del camino, una vez que la tecnología cumple su objetivo, nos veremos cara a cara con alguien y en ese momento debemos tener bien claro quiénes somos, a dónde y porqué vamos en un camino y con ese intercambio de ideas de nuestra experiencia generar esos lazos de comunicación que no se podrán obtener a través de filtros digitales.

La percepción de un jefe o líder que quieran dar a conocer a través de una imagen para ellos o para su comunidad se puede ver afectada por lo que se logra ver a través de los perfiles digitales, pudiendo ser muy diferente a la realidad.

En esencia, cualquiera que sea tu posición, la máxima personal debería ser siempre mantener el camino de autodesarrollo a través del conocimiento, el compromiso y la acción buscando siempre el bienestar integral.


Manuel Gil Pérez

Hombre de familia y exitoso empresario en modelos innovadores de comercialización de productos de salud y bienestar.  Dirige un equipo de emprendedores que han consolidado con éxito sus procesos comerciales a través del desarrollo de Liderazgo Transformacional cimentado en valores.

Instructor, conferencista en temas de desarrollo humano, liderazgo y bienestar y colaborador editorialista del Portal Líder Ejecutivo MX.


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