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Crisis de valores humanos. Es tiempo de despertar. Mario Gamboa Niquete
Crisis de valores humanos. Es tiempo de despertar. Mario Gamboa Niquete
Hay que estar realmente ciego o sordo para no darse cuenta de la crisis de valores que estamos viviendo en nuestro tiempo.
Hace unos días, miraba con horror las noticias de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamas. Me preguntaba ¿Qué podría estar ocurriendo dentro de las personas para cometer ese tipo de atrocidades?
Y aunque parezca que el conflicto ocurre lejos de aquí, en realidad está pasando en nuestro hogar llamado Planeta Tierra. No es un conflicto galáctico.
Miro las noticias de nuestro querido país México, de los casos cada vez más frecuentes de fosas clandestinas, de la violencia ejecutada por el crimen organizado, del cobro de derechos de piso a empresarios, agricultores de aguacate y limón siendo extorsionados, en fin.
Esta descomposición de la humanidad me lleva a pensar que esta crisis de valores en lo individual tiene su origen en la familia. La ausencia de Dios por parte de la cabeza de la familia se traduce en la incapacidad para transmitir a sus seres queridos valores como la integridad y el valor de la palabra tan ausente en nuestra vida diaria.
En su definición los valores son normas de comportamiento que se ajustan a lo que una persona considera correcto. En el hipotético caso que le preguntaras a un sicario por qué asesinó a tal o cual persona quizá te responda porque es su trabajo. ¿Cómo una persona puede creer que su trabajo sea matar a sus semejantes?
Estas creencias viajan entre generaciones a través de la enseñanza de nuestros padres y de nosotros a nuestros hijos y de ellos a sus hijos.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Sobre la actual crisis de valores, se cree que ha existido un cambio de valores en las sociedades occidentales y un desgaste de los mismos. Tan es así que, la propia Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) considera que "la sociedad actual se encuentra inmersa en una profunda crisis de valores, preocupándose únicamente por la economía”.
Los estilos de vida basados en el culto al ego que se ven reflejados en las redes sociales a cada rato muestran en nuestros celulares cuál es el estándar para ser feliz. Esta percepción se estrella con nuestra realidad que muchas veces esconde una falta de fortaleza emocional y una incapacidad de hacernos responsables de nosotros mismos.
Es cierto que pueden existir dificultades y retos en la vida, pero cada uno de nosotros decide ser parte del problema o elegir ser parte de la solución y seguir adelante.
No pretendo dar clases de moral, pero quiero compartir contigo amable lector cómo he logrado a través de la fe y el pensamiento positivo mantener mi fortaleza emocional, mental, espiritual y física:
Fortaleza mental. La meditación y pensar de manera consciente mediante ejercicios de respiración permiten estar en el aquí y el ahora. "La fuerza no consiste en ganar. La fuerza consiste en elegir las batallas y nunca rendirse" .
Fortaleza emocional. Pensar positivo viene de leer positivo, ver videos positivos, escuchar podcasts positivos, reunirte con personas positivas. La fortaleza emocional viene de nosotros mismos y de con quienes nos llevamos. "Eres el promedio de las 5 personas que te rodean” Jim Rohn.
Fortaleza espiritual. Para mí, la fe forma parte del ingrediente indispensable para tener fortaleza espiritual, seguir las enseñanzas de Jesucristo a través de su palabra y verbo me dan paz y armonía. "Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y toda tu alma, y todas tus fuerzas, y todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo” Lucas 10:27
Fortaleza Física. Llevar una buena alimentación y hacer ejercicio como parte de tu vida es la forma en que de manera personal busco fortalecer mi cuerpo. "Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”. Hipócrates
El ser humano para vivir bien, debe estar en equilibrio por lo que todo empieza con uno mismo para luego extender esa armonía hacia nuestros seres queridos y en nuestro trabajo, lo demás vendrá por añadidura.
Mario Alberto Gamboa Niquete
Director General ADITIMPER