Imagina que no existiera el fracaso. ¿Qué harías?

No es una pregunta retórica. Es una pregunta directa. Que no tuvieras que pensar que las cosas pudieran salir mal.

Si esta idea merodea por tu cabeza como una posibilidad, es muy probable que hayas sido educado desde una visión dual del mundo. Del bien y el mal, del día y la noche, del todo o nada, del siempre y el jamás.

Esta idea dual es una versión simplista de la concepción de la humanidad y su destino, desde mi opinión. Tengo la hipótesis de que esa idea es la causa de que no todos puedan ser empresarios o emprender un negocio.

Esto nos lleva a definir algunos elementos básicos del proceso del emprendimiento:

Estos 4 términos parecen estar relacionados con la negatividad o con lo malo. Como si su significado nos produjera estrés.

Miedo, Ignorancia, Incertidumbre. Riesgo. Nada más humano.

Hay algo cierto, si reflexionamos sobre estas 4 palabras, podrían sugerirnos que son elementos que han permitido el progreso de la humanidad a lo largo de su historia.

Así que ver el éxito o el fracaso como una dualidad entre el bien y el mal. Es desde mi punto de vista, un freno para el desarrollo personal y profesional.

¿Está a punto de tomar una decisión para iniciar un proyecto?

¿Has considerado mejorar tus expectativas laborales?

No existe mejor momento que el aquí y el ahora. Y como decimos en LIDER EJECUTIVO MX.

¡Tu decisión es Poder!