Hace algunas semanas, en las sesiones rutinarias que tenemos con diversas empresas para clarificar la situación y desahogar las percepciones, salió un término que me llamó mucho la atención: el duelo. ¿Cómo lo definimos? Comúnmente es visto como ese proceso de entendimiento y adaptación emocional que viene posterior a la pérdida de algo, comúnmente relacionado a personas o relaciones. ¿Cómo podemos relacionar ésta teoría, con lo que actualmente nos toca enfrentar a nivel empresarial?

La gran mayoría de las personas, el pasado mes de marzo iniciaron una breve etapa de negación, donde gradualmente la idea de que esto no nos iba a impactar o no iba a tener repercusiones en nuestra industria se esfumaban y pasábamos a sufrir los primeros impactos ¿Por qué a mi empresa? ¿Por qué a mi? Si me ha tomado tanto tiempo construir, ¿Por qué me está pasando esto…?

La realidad es que esas primeras reacciones, son las mismas que se experimentan al momento de atravesar cualquier pérdida, y en éste punto es donde debemos empezar a comprender que A.C. (antes del COVID) cada empresario tenía sueños, planes y aspiraciones que necesariamente tuvieron que modificarse, para bien o para mal, hubo un proceso de pérdida de lo que ya esperábamos lograr, "2020 iba a ser un buen año”, escuché en más de una ocasión.

¿Qué viene después? Muchas de las empresas comenzaron a navegar en una etapa de incertidumbre, donde la negociación fue un elemento clave para establecer las bases de la etapa más importante del manejo del duelo, la aceptación. ¿Qué tenemos antes de ella? Si, un poco de tristeza, anhelo de lo que pudo ser, nostalgia por aquella decisión que tuve que tomar y mucha presión por lo que me está tocando enfrentar, pero todo eso, si somos capaces de reconocerlo, indudablemente pasa.

Cuando empecé la redacción de ésta publicación, lo hice con la intención de poder darle forma y un preámbulo a la siguiente conclusión:

Cada que enfrentamos una pérdida, o una realidad que no esperábamos, es imposible el ignorar que tendremos que atravesar por todo lo que mencioné anteriormente, pero también es importante considerar que toda situación adversa solo tiene dos alternativas: te mantienes en ella o la aceptas y la usas para crecer. Considero fielmente que todo esto que ha sucedido solo tiene una salida: Aceptar.

En los retos más complicados es donde vienen las oportunidades de cambio, y 5 meses después de haber iniciado éste incierto camino D.C. (después del COVID) considero que el valor real que nos permitirá permanecer será nuestra capacidad de poder aceptar y adaptarnos a las circunstancias, a fin de cuentas, todo lo que hemos experimentado se asemeja tanto a un proceso de duelo, que si nos vamos al final, todo proceso bien llevado  siempre nos lleva a crecer y ser mejores personas, y si en algo confío, es en que todo estará bien.

Te invito a que lo pienses y decidas, ¿qué está en tus manos hacer hoy?

Lic. Victor A. Pérez Pérez

Es licenciado en Mercadotecnia por la Universidad Marista de Mérida, ha tomado diplomados, cursos y talleres en áreas de negocios, actualmente cursa una maestría en Administración e Innovación empresarial. Ha colaborado en empresas de alcance nacional e internacional generando experiencia en planeación estratégica, coordinación e inteligencia de mercados. Actualmente es profesor universitario y gerente de Nexus BP, una asociación yucateca que busca impulsar el crecimiento institucional en las empresas de la región mediante una red de más de 60 empresarios, accionistas y directivos.