El hijo de un gran rey creció y fue educado junto con el hijo de uno de los sabios consejeros del reino, esta convivencia les hizo trabar una gran amistad. Cuando el príncipe subió al trono,  su amigo  ya era un gran maestro de historia, lo mandó llamar y le hizo un único encargo:

Que mientras él se ponía a administrar y conducir los destinos del reino, le escribiera la historia del mundo y de los hombres, esto con la finalidad de obtener las enseñanzas para saber como debemos  de vivir y actuar.

Después de cinco años de viajes, investigaciones y consultas con los sabios más eruditos del mundo, regresó muy contento al palacio y le dijo a su amigo, su majestad aquí le traigo  100 volúmenes con la historia de la humanidad.

¡Cuántos! Dijo el rey, mis ocupaciones como gobernante me impiden hacer tiempo para leerlos y consultarlos, por favor hazme un resumen con lo más importante.

Pasaron otros cuatro años para resumir la historia a diez volúmenes, el rey recibe de nuevo a su amigo pero estaba en negociaciones de nuevas leyes para aumentar los ingresos del estado, imposible fue su respuesta, este momento histórico me impide dedicar tanto tiempo, de nuevo te pido por favor lo resumas a lo indispensable.

El sabio amigo del rey dedicó tres años para elaborar y reducir a un único libro con lo indispensable, pero el rey al recibirlo le dijo, imposible leer tanto, en este momento estoy dirigiendo la guerra para conquistar nuevos territorios, por favor redúcelo, esta vez con lo esencial.

Transcurrieron dos años y el amigo regresó, ahora con diez páginas, fue recibido por su amigo el rey, en cama, ya que agonizaba por una extraña enfermedad contraída en batalla.

Le preguntó el rey respirando con dificultad, ¿cuál es el resumen de la historia de la humanidad? 

Su amigo viendo que le quedaban pocos minutos de vida, Le respondió: sufren.