Un llamado a la acción. Liz Ludewig

Un llamado a la acción. Liz Ludewig

 
En estos tiempos de cambio y desafío, es imperativo que como sociedad asumamos un papel más activo y vigilante. Nos enfrentamos a un contexto que demanda valentía, crítica y una participación decidida para defender  nuestra Constitución, nuestros derechos y hacer respetar a nuestras instituciones, que nos permitan seguir viviendo en Democracia.

Hoy más que nunca, debemos influir a través de diálogos claros, objetivos y llenos de verdad. Para que el constructor social, se forje en base a la razón y el progreso meritocrático. Es crucial que aquellos que han cedido el poder a una única visión de gobierno comprendan las intenciones y los cambios que pueden poner en riesgo nuestro futuro, tanto a corto como a largo plazo. Es nuestra responsabilidad educar y concientizar desde nuestros círculos más cercanos, compartiendo antecedentes, cultura e historia, para fomentar mesas de diálogo constructivo y fundamentado, con el propósito de llevar a la unión y a la tolerancia entre nosotros, el pueblo.

Debemos actuar con sabiduría, paciencia y respeto, evitando la confrontación con aquellos que tienen una visión distinta, pero con acción determinada. Con habilidad y fundamentos sólidos, podemos despertar conciencias y aclarar sobre los riesgos de los cambios que pudieran atentar contra la libertad y la democracia. Es fundamental defender un México próspero y libre, promoviendo la justicia, el honor, la dignidad y el respeto.

Nuestros jóvenes, hijos y futuras generaciones necesitan líderes activos y una sociedad comprometida y crítica, que los ayude a vislumbrar con mayor claridad el estado de derecho y las oportunidades que conllevan el uso de la razón. Debemos ser los maestros constantes y congruentes, inculcando los valores fundamentales que los guiarán hacia un futuro más consciente,  justo y democrático. La labor urgente que nos demanda nuestro pueblo no puede ser ignorada. Fuimos nosotros quienes, con nuestra observación pasiva, permitimos la situación actual. Ahora, debemos tomar acción y liderar con valentía, para no permitir el retroceso del avance construido y mirar al futuro con fe y trascendencia que nos ayude a seguir evolucionando.

Con determinación, respeto y constancia, sigamos dialogando y buscando la concordia. 

Aceptemos que muchos ven una realidad distinta y trabajemos juntos, con paciencia pero con urgencia, para restaurar y fortalecer los valores que nos han unido como Nación con grandes virtudes. 

Construyamos con  una mirada más visionaria y consciente cada día, porque nuestra patria nos necesita en acción.

Con un abrazo solidario,
Liz Ludewig

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