Cuantos de nosotros ya sea en charlas de café o en reuniones de altos directivos hemos sido testigos del momento en el que surge el tema de lanzar un nuevo producto o servicio al mercado.  Ese momento en el que nos piden o se nos ocurre la frase:  Bien… Vamos a innovar!

Ya sea que hayas tenido una educación universitaria o te hayas forjado en la calle el primer paso es aclarar la mente.  Pensar que nos han encargado un nuevo proyecto o que por fin vamos a iniciar un nuevo negocio nos entusiasma, nos llena de alegría, esperanza, ilusión.  La realidad es que muy pocas personas logran dar el paso inicial correcto.

Las razones.

1. Somos personas y estamos llenos de emociones.  Si.  Pero antes de tomar decisiones hay que estar sobrios.

2. Hay que leer el manual.  No sé si sea sólo en México, pero conozco muy poca gente que lee el manual de instrucciones antes de instalar un equipo electrónico, leer un contrato, dar click a términos y condiciones de un servicio digital. 

3. Hágalo Ud. mismo.  No acudir con profesionales que complementen tu proyecto es una práctica no solo frecuente sino costosa.

4. Primero lo Primero.  Antes de diseñar un producto o servicio. Antes.  Miremos un ratito las necesidades del mercado, quienes están posicionados. Por donde vamos a entrar.

5. Mantener el entusiasmo.  Si después de poner los pies en la tierra tu espíritu no quedó en el camino. Entonces al lanzarte no te llevarás sorpresas y tendrás muchas posibilidades de éxito.

Sea como sea. Para emprender se requiere una dosis de locura, locura sana, de esa de la que nos tenemos que agarrar para seguir adelante.  

Recuerda que antes de que una idea funcionara muchos la pudieron considerar una locura.