Ya sea que trabajemos como empresarios o como ejecutivos empleados, estamos la mayoría del tiempo enfocados en lo que queremos, en nuestros deseos y en alcanzar nuestras metas. Pero, te has preguntado: ¿Por qué estás en el trabajo que estás? ¿Por qué tienes el negocio que tienes? Si nuestra respuesta inmediata fuera: para ganar mucho dinero es probable que con un poco de suerte lo logres.

Ciertamente el dinero es un vehículo para adquirir "cosas", pero detende un momento y reflexiona:

Nuestra empresa y el trabajo son "cosas” que hoy están y pueden desaparecer, si mi talento, mi visión, mi propósito me han servido para tener la casa que siempre quise, el auto que siempre quise, la casa en el puerto que siempre soñe, el yate más grande de la marina, si solo soy "mis cosas", el día que desaparezcan moriré con ellas o el día que yo muera nada tendré.

Considera que la primera razón de tu existencia es ser feliz y debe ser una decisión de vida querer ser feliz. Dale a tu vida una nueva definición de éxito. La meditación, el autoconocimiento, cultivarte como persona, aprender a amarte, a gobernarte, a revisar tu escala de valores y el sentido y objetivo de tu vida; son prácticas muy remendables.

Hay una frase que dice: "Nadie puede dar lo que no tiene”, pero tampoco "Nadie podrá recibir lo que no percibe". 

Tu empresa necesita que cultives lo mejor de ti, la hagas crecer y dar frutos, que tengas muy claro quien eres, como eres, hacia adonde vas y por qué,  así podrás ayudar a quienes dependen de ti a conseguir, descubrir y encauzar los talentos que tienen.

No olvides que recibirás tu mejor paga, ¡Vivirás una vida con sentido y descubrirás una nueva forma de como ser feliz!

Para concluir les comparto esta extraordinaria reflexión

Un gran Maestro de oriente estaba hablando para un grupo de importantes ejecutivos y empresarios. Dijo: "así como el pez muere fuera del agua, ustedes morirán si quedan enredados en los asuntos del mundo, el pez debe volver al agua, allá es donde vive”.

Entonces, los empresarios y ejecutivos dijeron: "¿Quiere decir que debemos abandonar nuestros negocios y entrar a un monasterio?” "No dije entrar en un monasterio, continúen en sus negocios pero vuelvan a su corazón”.