Vender en Internet. ¿Es tan fácil como parece?

Vender en Internet. ¿Es tan fácil como parece?

 
Esta pregunta se repite cada vez con mayor frecuencia en publicaciones de blogs especializados en marketing digital que habitan en la red, en la voz de expertos, por supuesto.

Se ha escrito mucho de las enormes ventajas del comercio electrónico, de personas que utilizan las redes sociales para vender, de cursos para incrementar tus ventas por internet. Y si, existen casos de éxito tanto de proyectos de emprendimiento como de grandes marcas y empresas establecidas que ya tienen sus tiendas en línea.  Tal es el caso de Mercado Libre, Linio, Amazon, Walmart, más recientemente Tiendas Chedraui, Soriana, Liverpool, entre otras marcas.

Sin embargo, esto de vender por internet va más allá del solo hecho de querer hacerlo. Para iniciar con una posible respuesta vamos a desmenuzar la pregunta:
Primero, la pregunta presupone que quien la hace, ya vende sin internet. Esto significa que para vender ya tiene el Qué, o sea, ya tiene el producto o servicio, y por consiguiente ya tiene una cartera de clientes. Suena lógico.

Segundo,  también presupone que quien ya vende, ha determinado la manera de obtener utilidades por sus ventas, ya sea de productos o servicios. En pocas palabras, tiene el negocio.

Y tercero, preguntar, Cómo, justifica todo el sentido de la pregunta. Quien la hace no posee conocimiento y experiencia de este canal de ventas llamado Internet.

Por otra parte, Si quien hace la pregunta no tiene el producto, no ha diseñado el servicio, no tiene una base de clientes y mucho menos ha establecido cómo va obtener utilidades se ha saltado 2 preguntas previas al Cómo. Antes habrá de resolver ¿Por qué vender en Internet? ¿Qué vender en Internet?

Este tipo de reflexiones, aunque pragmáticas, nos llevan a establecer un nivel de entendimiento que nos permitirán observar las diversas respuestas o propuestas que nos ofrecen los estimados expertos en marketing digital.

6 elementos indispensables para lograr las ventas en Internet
  1. Conocimiento. Como en todo lo desconocido, lo nuevo, se requiere un nivel de entendimiento dado que nuestros procesos comerciales estarán soportados  por la tecnología.
  2. Detección de Riesgos. Con el conocimiento podremos detectar los riesgos potenciales a la hora de adquirir y usar la tecnología ya que los procesos críticos del negocio como la protección de datos, los sistemas de pago, el sistema bancario, la seguridad informática y otros temas pueden poner en riesgo el propio negocio.
  3. Reorientación del negocio. Las ventas por Internet tienen un sentido 100% orientado al cliente y esto implica un profundo conocimiento de nuestro cliente actual y sus hábitos y nuestros futuros clientes y sus hábitos. Redefinir y adaptar nuestros productos y servicios para poder ser introducidos a las ventas por internet.
  4. Conocimiento del mercado. Estar atentos a los cambios y ajustes en los hábitos de consumo de nuestros clientes y prospectos, desde considerar su educación, información socio económica y demográfica, motivaciones, necesidades y limitaciones como rasgos de su personalidad incluso.
  5. Desarrollo de habilidades digitales. Estas habilidades consisten en dominar y utilizar herramientas que le permitan al vendedor poder interactuar con las plataformas tecnológicas y los insumos que se requieren para desempeñarse como vendedor.
  6. Desarrollo de habilidades humanas.  Este punto lo considero como el más importante. De nada sirve la tecnología si quien la utiliza no consigue impactar en el otro. En el tiempo presente, al menos en México, el contacto cara a cara sigue siendo el factor crítico no sólo para el cierre de una venta, sino para estrechar una relación que permita la recompra.
Una empresa que haya logrado posicionarse en la década pasada a pesar de internet hoy se enfrenta a grandes retos para sobrevivir. Los niveles de automatización y suplir a las personas por software de inteligencia artificial, que ya se han estado dando en algunos países en los que los niveles de conciencia son dictados por intereses de grandes corporativos, seguramente tendrán repercusiones éticas, legales y sociales.

Hoy Internet es un vehículo para que la empresa continúe con su misión de brindar bienestar y satisfacer necesidades de la especie humana dentro de un marco de democracia y libre y ética competencia.


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