El valor de la palabra. David Azcorra Cámara

El valor de la palabra. David Azcorra Cámara

 
Tengo recuerdos en mi niñez que hoy traigo a este artículo para invitarte a reflexionar de un tema vital en los negocios: el valor de la palabra.

Hace muchos años vivir en una población del interior de México lejos de cualquier capital permitía llevar una convivencia real entre las personas. Aunque se dice: "Pueblo chico, infierno grande” y su interpretación es muchas veces negativa, en el mismo refrán encierra una sentencia moralista muy fuerte: "… Así que hay que portarse bien”.

Este comportamiento público basado en la honorabilidad, la honradez y la generosidad permitía vivir anécdotas como las que les relato a continuación:

Aunque Ticul, Yucatán, lugar donde nací hace ya muchos años tiene fama y reconocimiento como productor de zapatos, los artesanos se inspiraban únicamente en los pies de las féminas. Esto significaba que o usas alpargatas o comprabas tus zapatos en la única zapatería para varones del pueblo. La Zapatería Canadá, hoy creo que se convirtió en Coppel.

Pues esa zapatería perteneció a Don Miguel Barbosa Salomón conocido empresario de aquellos tiempos que luego emigró a la capital. Y tengo un recuerdo imborrable cuando mi abuelo Don Rufino Azcorra me decía: David, anda con Don Miguel Barbosa y le dices que eres nieto de Don Rufo para que pases a escoger tus zapatos.

Como niño, tendría 9 años, lleno de pena, me dirigía a la tienda de Don Miguel para decirle: Buenas Don Miguel, soy nieto de don Rufo… Sin tardar daba la orden de pasar a escoger mis zapatos. "Sale Chan David”, ya habló Don Rufo conmigo. (Para quien no sepa "Chan” es una traducción de "Junior” del Maya al Inglés).

El valor de la palabra

En nuestros días existen instituciones que validan nuestra solvencia económica, pero para hacer negocios se requiere también ser solventes en otros aspectos. 

Estos son 9 ingredientes que considero forman parte del valor de la palabra:
  • Fiabilidad. Cumplir siempre los compromisos adquiridos, mantener el trato y calidad.
  • Confianza. Demostrar competencia y habilidad para dar resultados.
  • Coherencia. Hacer lo que decimos.
  • Diligencia. Responder conscientemente a las necesidades de la otra parte.
  • Empatía y Adaptabilidad. Tratar a los clientes como desean ser tratados y adaptar en lo posible a nuestros clientes.
  • Accesibilidad. Poner al servicio de los clientes a cualquier miembro de la organización incluso directivos.
  • Escucha Activa. Mostrar interés consciente de las necesidades de los clientes.
  • Responsabilidad y Pertenencia. Asumir los compromisos y sus consecuencias.
  • Claridad. Asegurar que el cliente tiene toda la información y la ha entendido y aceptado.
Es importante reconocer que el valor de la palabra va en ambos sentidos. En quien la empeña y en quien otorga el valor. Pero en medio existe un elemento que es lo que verdaderamente asegura el éxito de este concepto y es aceptar que existe la posibilidad del error humano.

Privilegiar las relaciones a pesar de esa posibilidad hará que aun cuando se asuman consecuencias por una situación imputable a una de las partes siempre existirá también la posibilidad de seguir manteniendo una relación de negocios.

Por cierto, no fue la única ocasión que fui a visitar a Don Miguel Barbosa a su tienda de zapatos en Ticul llevando únicamente la palabra de mi abuelo.


David J. Azcorra Cámara, cuenta con más de 20 años de experiencia en tecnologías de información aplicada a negocios. Es Consultor en Marketing Digital con enfoque hacia posicionamiento de marcas personales e Influencer Marketing por Internet.

Director del Portal Líder Ejecutivo y Colaborador del Programa FORMULA EN LOS NEGOCIOS que se transmite por Radio Fórmula Yucatán.

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