La visión del sistema se enfoca a la educación temprana, digamos a la primaria de nuestro querido México. Antes de aprender de memoria las capitales de los países del mundo, los nombres de los héroes nacionales, fechas y conmemoraciones de la revolución mexicana, entre otras técnicas mexicanas, aprenden a cómo ser niños, jugar con otros niños y cómo sanar heridas emocionales.

La participación de los padres es compartida con los educadores. En los primeros años de la escuela es más importante la cooperación que la competencia. En México "todos los niños son ganadores”, "mi hijo está en el cuadro de honor”, "mi hijo ya se sabe todos los colores”, "mi hijo ya escribe con ambas manos”, "mi hijo ya sabe nadar”. Competir, ser mejor, un campeón o una princesa en toda la extensión de la palabra.

Ser maestro en Finlandia es una de las profesiones más respetadas.  

Tienen ingresos comparables con otras profesiones con el adicional del prestigio que goza un docente. Pero es necesario cursar una maestría y cumplir con residencias equivalentes a las que hacen las escuelas de medicina. Este nivel permite que el docente cuente con las mejores competencias pedagógicas.

La evaluación y la aplicación de políticas educativas se sostiene en el magisterio basado en la eficacia. Esta confianza se basa en las capacidades del docente y el sistema alienta a sus maestros a probar diversos estilos de enseñanza. 

La legislación finlandesa exige a sus maestros dar 15 minutos de juego por cada 45 minutos de instrucción. El resultado de esto es evidente.

Los niños finlandeses tienen muy poca tarea para la casa, como le llamamos en México. El tiempo en casa o en actividades extras está reservado para la familia, en donde las únicas lecciones que los niños aprenden son sobre la vida:  arte, deportes, manualidades.  Esta "concesión” se basa en la confianza de que los maestros cubren en el tiempo de escuela con sus objetivos diarios.

Se me olvidaba. En Finlandia, los padres tienen todo garantizado. El preescolar y la guardería son  universales hasta la edad de 7 años. Los planes en esta etapa son coordinados para que sin importar donde estén los pequeños todos salgan con la misma preparación al llegar a la primaria.

Nota importante: En Finlandia no hay escuelas primarias privadas. Todas son públicas.