Uno de los retos a los que se enfrentan los emprendedores es ver su idea como un proyecto de inversión.

Es cierto que diseñar el producto o servicio es quizá la parte creativa ya que implica conocimiento de materiales, ingredientes en su caso, algoritmos, lenguajes de programación, técnicas de ejecución de diversas disciplinas, etc. Sin embargo, sin conocimiento del mercado, hábitos de consumo de las personas, su nivel socioeconómico, nivel de estudios e innumerables variables, invertir en un proyecto por más innovador que éste sea su nivel de riesgo se vuelve enorme y poco atractivo para inversionistas.

Ya hemos compartido aspectos de cómo se compone un proyecto de inversión y cómo mientras más información esté alrededor de él, lo niveles de incertidumbre bajan hasta hacerlo atractivo.

Decía al principio que convertir la idea a un proyecto es un verdadero reto porque aún cuando existe un proceso formal, probado para elaborar un proyecto los emprendedores suele omitir la parte objetiva del proyecto haciendo más caso a las corazonadas y con esto no digo que las corazonadas no existan, por supuesto, yo las llamo intuición, instinto. Pero además de tener "feeling” requerimos hacer estudios que validen nuestra idea.

Hoy existen herramientas para despejar variables que permiten una toma de decisiones basadas en información y conocimiento.  En próximas colaboraciones explicaremos cómo es posible tomar decisiones basados en información en tiempos de incertidumbre. También tocaremos temas para ir más allá de la información y generar conocimiento con el uso de Tecnologías de la Información.

Celia Lucía Marrufo

Es egresada de la facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán. Ingeniera Mecatrónica con especialidad en el área de Tecnologías de la Información. Es CEO de Poll Position, agencia de inteligencia de negocios con Sede en Mérida, Yucatán. 

Ha participado en múltiples congresos de liderazgo, ciencia y tecnología desde el año 2014 eventos como Campus Party, Talent Mexico, entre otros.