Los costos fijos son los que llevan a una empresa a la quiebra, en una contingencia como la que estamos pasando por el Covid-19.

Mas allá de las definiciones técnicas, legales o financieras, la quiebra en una empresa es la incapacidad de poder cubrir sus obligaciones financieras, también se entiende por quiebra cuando el pasivo supera al activo total, o bien la perdida de dos terceras partes del capital social. 

En las empresas los costos fijos son los que no están relacionados con las ventas o la producción, a diferencia de los costos variables que están relacionados directamente con el nivel de ventas o de unidades producidas para su venta.

Algunos ejemplos de costos fijos son: rentas, sueldos fijos, costos de mantenimiento de plantas productivas, inventarios, flota de transporte, etc.

Ejemplos de costos variables son: Comisiones a vendedores, rentas fijadas en base a volúmenes de ventas, pagos de mano de obra en base a producción, fletes en base a el volumen de carga o su valor de venta, etc.

Si pudiéramos establecer en nuestras empresas un modelo de negocio donde pudiéramos trasladar el riesgo de asumir costos fijos, y pudiéramos tercerizar las actividades de producción, ventas, logística, inclusive de administración, ¿Que pasaría en caso de una contingencia como la que estamos enfrentando tantos y tantos negocios y empresas en el país y en el mundo? La respuesta es que no quebraríamos. Si vendiéramos: compraríamos, gastaríamos y pagaríamos. Si no vendiéramos no se generarían ni compras, ni gastos, ni pagos.

Recuerdo hace dos años que un amigo que posee una empresa de venta de materiales de construcción, me comentó que había generado un cambio en su modelo de negocio, habría dejado de generar una estructura robusta compuesta por edificios, equipos como maquinaria, trasportes, personal, etc., para tercerizar todas esas actividades a externos que proveyeran esos servicios a cambio de un pago fijado y negociado previamente. He de reconocer que me llamo poderosamente la atención este modelo que, aunque sacrifica rentabilidad, traslada los riesgos de continuidad a los terceros. Sin duda mi amigo es visionario.

Las crisis nos enseñan, si no es así, no cumplen su fin. Creo que los modelos de negocio deberán modificarse a partir de esta crisis única en la historia moderna.

Recuerdo las palabras de un importante empresario yucateco: Los empresarios micro, pequeños y medianos, hemos pasado en los últimos años, crisis como las de 1995, la de 2008, también desastres naturales como los huracanes Gilberto e Isidoro, así como Wilma, también hemos enfrentado crisis como la de la Influenza y otras enfermedades, y siempre hemos salido adelante solos, el gobierno no nos ha ayudado en nada.

En esta ocasión no será la excepción, los gerentes, administradores, directores deberán de tomar decisiones para sobrellevar esta crisis, los modelos de negocio deberán adaptarse a un nuevo riesgo que no se había visualizado en el pasado, y que deberá ser controlado, mitigado o trasladado, si esto no ocurriera, en el futuro no se vale culpar ni a los virus, ni a los gobiernos de lo que pueda suceder con nuestras empresas.

Victor Alvarez Palma

Victor Alvarez Palma es Contador Público por la Universidad Autónoma de Yucatán, Cuenta con especialización en finanzas y maestría en finanzas por la Universidad Anahuac Mayab se ha desempeñado en diversas áreas de contabilidad y finanzas de empresas privadas. Es Director General de Talleres Peninsualres Alvarez miembro del Colegio de Contadores Públicos de Yucatán y ha fungido como Vicepresidente de Relaciones Públicas y Difusión del Colegio. Actualmente es Vicepresidente de Desarrollo Profesional del mismo Colegio. Miembro de Coparmex y Canacintra. Obtuvo el Premio Yucatán a la Calidad 2015.