Imagine estimado lector que se encuentra como Capitán de un barco en medio de la mar.

Este barco posee un plan de viaje o ruta de viaje, que está siendo modificado por un factor climatológico que no estaba considerado en el inicio de este trayecto, pero que está poniendo en serio peligro de naufragio a la tripulación y los usuarios del servicio.

La empresa naviera ha dado instrucciones de no poner en riesgo a las personas que viajan en el barco.

Su experiencia y conocimiento como Capitán están siendo puestos a prueba, debido a que las condiciones climatológicas son totalmente adversas.

El combustible y los alimentos se están agotando y el mal tiempo no cesa, haciendo que el viaje se complique cada momento.

La lealtad y el desempeño de la tripulación jugaran en las próximas horas un papel muy importante.

La comunicación de la información será vital, ya que deberá ser compartida con las personas adecuadas y bajo formas diferentes a cada una de ellas, dependiendo su posición dentro de la embarcación.

Habrá que decidir si se lanza carga al mar, para hacer más liviana la embarcación y poder navegar mejor en la tormenta.

También habrá que tomar decisiones acerca de que rumbo seguir, eso será una decisión fundamental para el desenlace de la historia, pues corren el riesgo de quedar a la deriva, con el peligro de un motín dentro de la embarcación.

Habrá que guardar la calma, pues la desesperación en el Capitán o tantos tripulantes podría causar un estado de alarma que no favorecería el llegar a buen puerto.

Es una tormenta jamás vista anteriormente, posee un comportamiento único.

Cuando parece que va descendiendo, el peligro aumenta y su fuerza destructora, pareciera que estuviera empecinada en el naufragio de la embarcación.

En las empresas como en los barcos, existen crisis, estas pondrán a prueba la solidez de sus estructuras. El desempeño de sus operaciones, del personal que conforma la empresa y sus finanzas.

Los directores deberán tomar decisiones y no dejarse inmovilizar por los miedos al naufragio.

Los gobiernos no poseen la posibilidad de salir al rescate de todas las empresas, ellas lo deberán de hacer por si mismas como siempre. La creatividad para encontrar caminos diferentes a tormentas o situaciones nunca antes vistas serán muy valiosas.

Cabe la posibilidad del hundimiento de algunos barcos, es triste pero inevitable, como en las catástrofes habrá que aprender de ellas y reconstruir recuperando lo más de lo perdido y volver a intentarlo, al fin de cuentas de eso se trata la vida.

Victor Alvarez Palma

Victor Alvarez Palma es Contador Público por la Universidad Autónoma de Yucatán, Cuenta con especialización en finanzas y maestría en finanzas por la Universidad Anahuac Mayab se ha desempeñado en diversas áreas de contabilidad y finanzas de empresas privadas. Es Director General de Talleres Peninsualres Alvarez miembro del Colegio de Contadores Públicos de Yucatán y ha fungido como Vicepresidente de Relaciones Públicas y Difusión del Colegio. Actualmente es Vicepresidente de Desarrollo Profesional del mismo Colegio. Miembro de Coparmex y Canacintra. Obtuvo el Premio Yucatán a la Calidad 2015.