El 2020 trae varios retos no por ser 2020, ni por ser un nuevo año, siendo realistas, ¿qué puede cambiar del 31 de diciembre a las 23:59 horas a las 00:01 horas del 01 de enero? En dos minutos tus problemas no se van a resolver. ¿Qué vas a hacer para afrontar la realidad?

Es innegable que estamos atravesando un entorno incierto, donde inversionistas, empresarios, empresas y personas están siendo cada vez más precavidos para tomar una decisión. La opinión consensada señala una complejidad para la toma de decisiones, un entorno político, económico y social que está sirviendo más como freno que como motor para avanzar, ante todo ello y evitando polarizar, una pregunta constructiva podría ser ¿por dónde empezar? Las respuestas clásicas son una sólida visión que nos permita entender a donde queremos llegar, planeación estratégica que nos permita trazar el camino más óptimo para poder alcanzarla, alianzas que nos ayuden a vincular, crecer y desarrollarnos, encontrar nuevos mercados o necesidades no satisfechas para los ya existentes, capital que nos ayude a materializar todo lo anterior, entre otros, pero, ¿y si nuestra respuesta fuera: Para enfrentar un entorno incierto voy a empezar con las personas?, ¿quién piensa en las personas como motor de desarrollo y crecimiento? Tal vez en ellas, o mejor dicho, en la forma como nos relacionamos y hacemos equipo con ellas tengamos la respuesta. 

¿A qué me refiero cuando hablo de integrar para crecer? En lo particular, considero que las épocas donde existía un dueño autoritario donde las acciones y decisiones se tomaban solamente a lo que él consideraba se está diluyendo cada vez más y como toda tendencia, está llegando a su fin, tal vez le tomó más de lo normal empezar a llegar a su fin.

La idea de integrar para crecer busca descentralizar la toma de decisiones, la presión estratégica y la carga empresarial que actualmente en su mayoría recaen en una sola o en pocas personas, integrar para crecer busca generar inteligencia colectiva, ¿por dónde empezar? Lo primero con lo que se debe contar para ello tiene que ser la convicción del líder de la organización, que sea éste quien pueda creer en la posibilidad de que el crecimiento de la empresa pueda ser más sano si integra a los colaboradores con el fin de crecer, para lo anterior una práctica muy básica, fuerte pero a la vez poco practicada es formar grupos con una temática asignada, de la cual se vuelven responsables para su logro. En la mayoría de éstos casos se manejan equipos de diversas áreas, para conjuntar diferentes visiones y siempre con un externo a la empresa que pueda alimentar desde otra perspectiva. Si tienes una visión bien definida, el principal reto hoy en día no es cómo alcanzarla, el principal reto es ¿Quiénes más comparten esa visión, y podrían sumar para alcanzarla? Respondiendo esa pregunta, y generando el hábito de escuchar y la confianza para aportar el camino se irá formando. Te invito a que lo pienses y decidas, ¿qué está en tus manos hacer hoy? 

Lic. Victor A. Pérez Pérez 

Es licenciado en Mercadotecnia por la Universidad Marista de Mérida, ha tomado diplomados, cursos y talleres en áreas de negocios, actualmente cursa una maestría en Administración e Innovación empresarial. Ha colaborado en empresas de alcance nacional e internacional generando experiencia en planeación, coordinación e inteligencia de mercados. Actualmente es profesor universitario y gerente de Nexus BP, una asociación yucateca que busca impulsar el crecimiento institucional en las empresas de la región mediante una red de más de 60 empresarios, accionistas y directivos.