Después de varios días de reflexionar sobre el contenido de ésta publicación, llegué a la conclusión de enfocarla en la palabra con la que la decido titular, misma que se vuelve de mayor relevancia hoy 15 de mayo.

Hace algunas semanas, tuve la oportunidad de reflexionar con un conjunto de maestros, ¿Qué se le está enseñando actualmente a los estudiantes en los diferentes niveles educativos y cómo se les está formado para el futuro profesional? Y esto es un breve extracto de las conclusiones a las que, a raíz de eso, logramos llegar: 

Queda claro que vivimos en un mundo que nos presenta entornos complejos, entornos inciertos y con cambios drásticos y volátiles, no es de extrañar que dicho lo anterior y aunado al acceso a la tecnología así como a las diferentes fuentes de información inmediata, los niveles de distracción y atención se puedan ver más afectados que en décadas anteriores, incluso llegando al grado donde algunos alumnos me pregunten si lo que vieron hace 3 años actualmente es vigente.

En lo particular, mi primera llamada de atención fue hace 4 años, cuando en medio de una clase uno de los estudiantes alimentó la información que estaba enseñando con lo que acababa de googlear, fue en ese momento donde entendí que la enseñanza ya no se podía encerrar en lo que estábamos acostumbrados y tenía que ser más que transmitir información y conocimiento. Por muchos años, se percibió el entorno educativo como un medio donde recibo la información y el conocimiento que me ayudará para mi desarrollo personal y profesional, sin embargo, con el surgimiento de alternativas y la facilidad del acceso a la misma la labor docente se ve obligada en tener que aumentar su nivel y campo de enseñanza, ¿A qué conclusiones podemos entonces llegar? 

Después de debatir diferentes formas de transmitir conocimiento, y herramientas particulares, llegamos a la conclusión de que más allá de enseñar y transmitir información, enseñamos quienes somos y transmitimos nuestro valor. Todas las personas buscan una referencia, y los estudiantes no son una excepción, "La enseñanza es más que impartir conocimiento, es inspirar el cambio.” (William Arthur Ward) 

Es evidente, que en un entorno que exige personas con valores, sean éstas las que logren tener un mayor y mejor desempeño futuro. Enseñar, es transmitir las ganas de aprender, enseñar, es transmitir las ganas de crecer y lo más importante de enseñar es quién eres mientras enseñas.

Tu reflejo como persona, tu integridad como maestro, y tu convicción por mejorar tu entorno es la mejor enseñanza que tus alumnos podrán tener.  

Feliz día, maestro. 

Lic. Victor A. Pérez Pérez 

Es licenciado en Mercadotecnia por la Universidad Marista de Mérida, ha tomado diplomados, cursos y talleres en áreas de negocios, actualmente cursa una maestría en Administración e Innovación empresarial. Ha colaborado en empresas de alcance nacional e internacional generando experiencia en planeación estratégica, coordinación e inteligencia de mercados. 

Actualmente es profesor universitario y gerente de Nexus BP, una asociación yucateca que busca impulsar el crecimiento institucional en las empresas de la región mediante una red de más de 60 empresarios, accionistas y directivos.