Economía Colaborativa. ¿Utopía?

Economía Colaborativa. ¿Utopía?

 
Hay un dicho que dice que las crisis sacan lo mejor y lo peor; esto aplica a nosotros como personas, a las familiar, a la sociedad, a las empresas y por supuesto al gobierno.

Todos los días estamos viendo noticias que reflejan mi dicho anterior. 

Me voy a centrar en hacer la distinción entre la economía colaborativa y la economía de plataforma. ¿Por qué? Creo que estamos frente a un cambio a nivel de reinvención de las empresas y de los consumidores. Una nueva relación.

Pero primero definamos 2 conceptos necesarios para hacer esta distinción: el libre mercado y la economía social de mercado.

En estricta definición en el libre mercado los vendedores son libres de vender y producir lo que quieran y los consumidores libres de escoger a quien comprar. El precio de equilibrio será el resultante de la intersección de la oferta y la demanda. Simple.

No existe intervención del gobierno en la forma de regulaciones, fijación de precios, cuotas, etc. Los consumidores pueden elegir considerando que tienen información disponible. ¿Suena bien?

Por otra parte está la economía social de mercado que defiende la libertad de la iniciativa privada. Sin embargo, al mismo tiempo, admite que el Estado tenga cierta intervención para asegurar el bienestar de la población. Las personas y empresas pueden perseguir un beneficio económico, pero sin afectar el bien común. Aquí va depender del Gobierno que represente al Estado.

La economía colaborativa engloba todas las actividades que suponen un intercambio entre particulares de bienes y servicios a cambio de una compensación pactada entre ambos. Tiene estas ventajas:

  • Optimización de recursos. Ya que se pueden utilizar bienes para obtener ganancias al darlos en renta, por ejemplo.
  • Mayor oferta para el consumidor final. El consumidor final tiene una oferta más amplia que la de los comercios tradicionales.
  • Ahorro. Se pueden ofertar bienes y servicios de segunda mano al ser de particular a particular.
  • Ecosistema basado en compromiso y solidaridad. Van de la mano de emprendedores con nuevos negocios, generando empleo, riqueza e innovación en nuestro tejido empresarial.
Las debilidades de la economía colaborativa son al menos 3 desde mi óptica:

Falta de regulación legislativa y competencia desleal. Los sectores formales perciben competencia desleal porque no se pueden ofrecer servicios en las mismas condiciones y precios.

Desprotección del consumidor. Al desarrollarse muchas veces en la informalidad, el consumidor no tiene garantías y no percibe claramente los riesgos al comprar a precios más bajos.

Costos y Gastos que impactan al vendedor. El vendedor absorbe costos y gastos que no se reflejan en el precio final al consumidor afectando la rentabilidad de su actividad.

La economía colaborativa en la era del Internet

Ciertamente con el desarrollo de Internet llegaron plataformas tecnológicas que aceleraron los cambios de la economía a nivel mundial y por supuesto local. Estas florecieron justamente donde se dieron condiciones propicias: mercados locales con monopolios que otorgaban mala calidad a los consumidores en sectores masivos, un marco legal que no reflejaba los nuevos hábitos de las personas.

Y ahí fue donde surgió la disrupción. Y la disrupción es eso: Un quiebre de la normalidad. 

Esa disrupción fue aprovechada en tanto los gobiernos actualizaban su marco legal para regresar a la normalidad.

Esta economía de plataformas tecnológicas que no tienen activos, sin empleados, sin contribuciones fiscales, enfrentan hoy desafíos que ponen en riesgo su sostenibilidad.

Empresas como Uber y AirB&B son proyectos que despegaron en un inicio porque su idea de economía colaborativa y su escalamiento gracias a la tecnología e internet; sedujeron a inversionistas que apoyaron con capital y están esperando dividendos.

Creo que el valor de estas empresas en el mercado mundial está sostenido más allá de un simple intercambio de bienes y servicios entre particulares a cambio de una compensación pactada entre ambos. 

Definitivamente las crisis sacan lo mejor y lo peor hasta de un modelo económico.

Este tiempo es precioso. Es la gran oportunidad de emprender nuevos negocios con ética y valores que verdaderamente nos hagan ser una mejor sociedad.

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

― Eduardo Galeano


David J. Azcorra Cámara

David J. Azcorra Cámara, es Ingeniero en Sistemas Computacionales por el Instituto Tecnológico de Mérida con más de 20 años de experiencia en áreas de tecnologías de información aplicada a negocios. Ha participado como consultor en sectores público y privado en implementación de Sistemas de Información. Se ha especializado en planeación y ejecución de campañas de publicidad en Internet en plataformas tecnológicas como Google, Facebook, Linkedin entre otras. Ha publicado temas sobre Innovación Comercial Interactiva y Marketing para la Innovación. Actualmente es Director del Portal Líder Ejecutivo.

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