Entrégate a la vida con plena conciencia que el tiempo es la eternidad del momento, un eterno ahora que le llamamos presente, y que es en donde amas, sufres, ríes, temes, lloras, trabajas, enfrentas peligros, superas retos, te esfuerzas, y en donde pagas el precio de tus deseos, de tus decisiones e indecisiones y de lo que hagas o dejes de hacer. La vida es un misterio maravilloso en el que cada quien elige, anda y construye su camino. 

De ti depende que sea atractiva y prospera, o bien, que sea solitaria y triste, pues es tu pensamiento y tu deseo, lo que harán que el amor la ilumine, o bien, que el odio la obscurezca.

Eres tú quien puede hacer que sea como un hermoso jardín en donde las mariposas desean regresar. La clave para que el amor fluya en tu vida, y para que sea digna y provechosa, eres tú. 

De la calidad de tus pensamientos y de lo que has deseado o no, es como has construido tu realidad actual. ¿Estás a gusto con tu vida? ¿Vives la vida que alguna vez soñaste? Vive a plenitud, quien ama, aprecia, valora, vive con pasión, sobre todo, quien le da un sentido a su vida. Si te preguntas ¿Cómo le doy un sentido a mi vida?  Si ese es tu deseo, qué tal si visualizas cada tarea que pretendas llevar a cabo como una oportunidad de contribuir a que este mundo sea mejor y a que tu existencia haya valido la pena. Si todo lo que hagas lo haces con un propósito que le de valor y significado, seguro lo lograras. Tendrás una vida con sentido si luchas y perseveras hasta cristalizar tus sueños y tus metas, si te impones retos y los superas, si puedes amar sin pedir nada cambio, si cada actividad la haces con pasión y con un propósito más allá de la razón que la justifica. 

Si consideras que tu vida es totalmente satisfactoria, que a pesar de sus vicisitudes la disfrutas, estas a gusto con tu realidad y no necesitas buscar un sentido para llenar tu existencia, pues muy bien por ti. Sin embargo, sé consciente que, en algún momento podrías ya no sentir pasión por lo que haces, y será entonces cuando requieras hacer algo diferente y motivante, algo que te haga sentir de nuevo emoción, satisfacción y alegría de vivir. Si te cuestionas si lo que has estado haciendo es lo que deseas seguir haciendo el resto de tu vida, es hora de que decidas buscar algo más allá de lo que has hecho a lo largo de ella. Tal vez, algo con un propósito altruista de impacto social que te lleve ayudar a quien lo necesita y a sentirte bien contigo mismo. Date la oportunidad de vivir haciendo también lo que te satisface, lo que te gusta y lo que deseas. Si tienes la capacidad económica para poder dedicarle tiempo a una actividad social, deportiva, política, altruista, o de otra índole, adelante, de esto se trata. 

Ten mucho cuidado en no caer en el error de considerar que la dinámica de la vida familiar es lo que le da sentido a tu vida. Si tienes la fortuna de ser padre o madre, concientízate que los hijos son prestados y tu papel es formarlos, protegerlos y mantenerlos hasta que, a cierta edad, sean capaces de guiar y sustentar su vida por el camino del bienestar y del esfuerzo personal. 

Sin embargo, no debes confundir esa responsabilidad con el significado del propósito de tu vida. Si lo haces, más pronto de lo que te imaginas, ellos crecerán, se irán y sentirás un doloroso y profundo vacío existencial. No bases el sentido de tu vida en tus hijos más allá de tu amor y la responsabilidad de amarlos incondicionalmente y de prepararlos para que sean capaces de tomar sus propias decisiones, para que defiendan con respeto, aplomo y valentía su libre albedrío, y para que asuman, -en su caso- las consecuencias de sus actos. Así mismo, si tienes la suerte de tener una compañera(o) de vida, con la cual compartes tus alegrías y tus tristezas, la educación de los hijos, así como la responsabilidad de lograr y mantener una vida digna hasta llegar al final del camino, eres muy afortunado. Sólo ten cuidado, de creer que el matrimonio es el propósito de tu vida o que es lo que le da sentido. 

Ten claro, que no por ser pareja de alguien, es tu responsabilidad hacerla feliz, si eso piensas, estas en un error, pues es deber y responsabilidad de cada quien promover su propia felicidad, su satisfacción y su bienestar. Cada quien debe procurar su propia felicidad y debe pagar el precio de lo que desee hacer con su tiempo y con su esfuerzo. Ten claro, que nadie debe sentirse responsable de la felicidad ajena, y menos debe imponer sus ideas y sus creencias, sean filosóficas, religiosas o políticas. El respeto al libre albedrió es requisito fundamental en la vida en pareja. La voluntad y el deseo de cada quien debe respetarse, para que la relación funcione dentro contexto del amor verdadero.  Amar es promover a la persona amada, nunca oponerse o limitar sus sueños, y menos si se hace -consciente o inconscientemente- por egoísmo, por deseo de control, por celos o por inseguridad.  En otras palabras, el sentido de la vida en la relación de pareja, lo debe buscar cada quien, si ese es su vigoroso y profundo deseo. Hacerlo es claro indicio de madurez emocional y de respeto así mismo. 

Si eres empresario(a) probablemente gran parte de tu día te la pasas administrando tu negocio, enfrentado situaciones y problemáticas operativas, financieras, laborales o fiscales, propias de toda empresa. A lo largo del tiempo, ésta estresante dinámica de trabajo puede impactar negativamente tu salud, tu ánimo, tu relación de pareja, y tu convivencia con tus seres queridos y con la de tus amigos. Cuando éste sea el caso, ya será hora de que replantees lo que estás haciendo con tu vida y con tu tiempo. Si es tu deseo tener más tiempo para ti y para convivir con los tuyos, una buena idea es que le dediques menos horas de trabajo a tu negocio, o bien, que, dependiendo de su situación financiera, nivel de organización o de la gravedad de sus problemáticas operativas, contrates ayuda de tipo gerencial. Y si es una empresa familiar, tal vez, sea hora de llevar a cabo (en su caso) la sucesión directiva al familiar elegido. 

Concientízate que tu tiempo es un recurso que no puedes comprar con dinero, que pasa inexorablemente, y que está en ti decidir cómo lo vives, después de todo un negocio en sólo un medio para hacer dinero y no es un propósito de vida. Tu felicidad si lo es. Dale sentido a tu vida siendo el capitán del navío en donde navega tu existencia, Sé uno de los que llevan a su barco a puerto seguro, haya tempestad o mar en calma. Sobre todo, sé uno de los que hacen de su ayer un sueño lleno de felicidad, y de los que hacen de su mañana, una visión llena de esperanza

Dale un sentido a tu vida más allá del que te da administrar y hacer crecer tu negocio.