Contribuir al gasto público. Edgar Hernández Cancino Quintero

Contribuir al gasto público. Edgar Hernández Cancino Quintero

 
En México contribuir al gasto público es un deber que se desprende de la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se establece que es obligaciones de los mexicanos –entre otros deberes- contribuir para los gastos públicos de la Federación, del Distrito Federal o del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa en que dispongan las leyes. 

De este precepto se desprenden dos principios básicos del área fiscal: proporcionalidad y equidad. En materia tributaria la obligación de pagar impuestos va más allá de sólo el hecho de ser mexicanos, puesto que también se genera por motivo de la residencia en país y por la obtención de ingresos derivados de fuente de riqueza ubicada en el territorio nacional.

¿Qué es el gasto público? Son todas las erogaciones que realiza el Estado (Federación, Estados y municipios) para adquirir los bienes y servicios necesarios para el funcionamiento de las instituciones, entidades y organizaciones que conforman el sector público, así como las efectuadas en subsidios, fondos y para infraestructuras de: educación e investigación, salud, medios de comunicación y transporte, defensa nacional, entre otras más. 

El gasto público se identifica como un instrumento que ayuda a la redistribución de la riqueza nacional para que todos los ciudadanos gocen de servicios públicos que den la posibilidad de recibir atención médica, educación, usar vías de comunicación, seguridad pública, infraestructura urbana, entre otros servicios públicos más. En este sentido, si quieres evitar consecuencias que puedan impactar negativamente el capital de tu empresa, no cometas el error de justificar la decisión de no pagar correctamente los impuestos, con expresiones como: "¡Para qué pago si todo se lo roban!”, ¡Mejor me lo quedo yo a que se lo queden los políticos!  u otras parecidas.

Sé consciente que, si no cumples con la obligación tributaria, por un lado, pondrás en peligro el capital de la empresa al correr riesgo de tener que pagar actualizaciones, recargos y multas derivados de una auditoría fiscal, y de generar causales de índole penal, que pueden afectar tu patrimonio personal, tú libertad y tu bienestar físico. Además, se consciente que la rentabilidad alta, baja o la obtención de perdidas, es consecuencia de la forma en que administras tu negocio y no del pago de las contribuciones. 

En estricto sentido, si no hay ganancia, no hay pago de impuesto sobre las utilidades.  Lo que lleva a dos reflexiones: "negocio que no da para pagar los impuestos no es negocio”, y "si hay ganancias, hay obligación de contribuir al gasto público”. Qué tal si mejor administras con eficiencia y conduces a tu empresa por el camino de la legalidad tributaria, y te das la satisfacción personal, de afirmar con dignidad: en mi empresa si contribuimos al gasto público.

Edgar Hernández Cancino Quintero

Es contador público y auditor, egresado de la Universidad Veracruzana, con estudios de especialidad y maestría en administración fiscal. Realizó un Doctorado en Gobierno y Administración Pública.  Por más de 30 años ha ejercido contaduría pública como consultor de empresas, dictaminador fiscal y perito contable. Es socio director de XELCRON Empresa de Tecnología especializada en Sistemas Administrativos. Socio Director de Cancino, Hidalgo y Asociados, S.C.  Ha impartido conferencias, talleres y cursos en desarrollo humano y en las áreas de fiscal, ética y contabilidad en diversas universidades públicas y privadas en México y en el extranjero. En el 2011 publicó la obra Ponga en orden su vida y sea feliz: controle su entropía y en el 2013 el libro Decídete a ser feliz: una guía para lograrlo.


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