Los colores de la ciudad. Adriana González Durán

Los colores de la ciudad. Adriana González Durán

 
Ya hablábamos en el artículo anterior de la importancia de la biodiversidad y sobre todo en la ciudad. Una con especial importancia recae en los árboles. Esas joyas botánicas que se han ido olvidando con el tiempo.

Antiguamente se gozaban de estas joyas, para aprovechar su sombra después de un largo paseo, de un arduo día de trabajo, para que los niños jugaran a historias llenas de fantasía y los enamorados grabaran en ellos su amor por la eternidad.

Con el tiempo, los campos disminuyeron y las ciudades crecían pero no con esto su presencia en ellas. Arquitectónicamente hablando, las avenidas y casas eran llenas de árboles majestuosos. Podemos admirar ciudades como Japón la hermosa floración del tan aclamado cerezo, en México de las jacarandas de la avenida Reforma, y la Ciudad de Mérida no se queda nada atrás con un hermoso espectáculo durante todo el año, como en el Paseo de Montejo con sus ramones, y en gran parte de muchas avenidas de esta hermosa ciudad con árboles como los almendros, los flamboyanes, la lluvia de oro, los piches, las ceibas, chakás, los algarrobos y los maculizes, adornan y llenan de color nuestras calles, parques y casas.

Hoy en día se ha recalcado su gran importancia como fuente de oxígeno, transformador del dióxido de carbono, la sombra y con esto la reducción drásticamente de la temperatura en tiempos de calor. Son doctores en la regulación de la temperatura. Y por supuesto pintan y dan color al color gris del asfalto de la ciudades.

Una floración que resalta hoy con sus hermosa tonalidad rosa, es la del Maculiz, y pueden apreciarse a veces los amarillos, ya no tan comunes hoy en día. Originario de México hasta el norte de Sudamérica. Árbol nacional de Ecuador donde se conoce como maquilishuat, del náhuatl, macuil, cinco e hishuat, hoja. En México habita desde Tamaulipas y norte de Puebla hasta Chiapas y Campeche. Vive en selvas secas y húmedas. Utilizado para fabricar muebles y como remedio para la fiebre, disentería y otras enfermedades. Fuente de néctar para abejas. Tabebuia deriva del tupí, tacyba-bebuya, madera hormiga. Rosea por el color de sus flores.

Muchos se han pérdido ya, y las flores y hojas de estos hermosos árboles de la Ciudad de Mérida amenzan con perderse, por la simple razón de considerarse basura, y lo más curioso es que la naturaleza es la unica que no genera basura, ya que todos sus residuos se transforman, como es el caso de estos en composta. Todo está en sembrarlos correctamente y respetar esta biodiversidad tan importante y apreciada, esa sombrita y respiro que todos necesitamos.

Nos leemos en la próxima ocasión con más especies por admirar y rescatar.

Adriana Gonzaéz Durán
adrisgd@gmail.com
La botica de Dría

Adriana González Durán es Ingeniera Agrónoma con Especialidad en Horticultura Tropical  por el Instituto Tecnológico de Conkal con Maestría en Floricultura con especialidad en mejoramiento genético del Centro de Investigación y Asistencia Posgrado en Ciencias de en Tecnología y Diseño del Estado de la Floricultura con Jalisco A.C. (Unidad Sureste). Ha participado en diversos proyectos de investigación. Amante de la lectura y la naturaleza.


COMENTARIOS

Anónimo
Me parece muy importante rescatar la forestación en casas. Pero que árbol pequeño con flores podría sembrar, cerca de la casa? Mi casa tiene patio pequeño.
Anónimo
Felicitaciones excelente nota de gran valor . Exito!!! Saludos Ing. Adriana.

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