Antes de iniciar esta historia tenía en mi mente la icónica imagen del iceberg. Esta que aparenta una punta que sobresale en el horizonte pero que ignora todo lo que permanece sumergido que es incluso inmensamente más grande que lo que en apariencia vemos.

Así me pareció la impactante historia de Beatriz Bolívar González. Y vale mucho la pena ser contada.

Beatriz migró en 2007 procedente de Venezuela, en pleno gobierno de Hugo Chávez. Vivió el empuje económico de los años dorados previos al régimen y la transición hacia lo que el mundo ha sido testigo. Estudió la Licenciatura en Administración de Recursos Materiales y Financieros en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez de su natal Caracas. Como toda joven impetuosa se abrió paso gracias a su capacidad y responsabilidad en empresas privadas del sector financiero hasta desempeñarse en Gerencias de Área con equipos de trabajo a su cargo.  

Mientras tanto la descomposición económica y social impactó en las empresas y por consiguiente en las comunidades.

Todo esto me fue contado directamente por Beatriz.

- Y fue cuando decidimos salir de una convulsionada Venezuela. Pero llegamos a México por elección y a Mérida porque ya la conocíamos. Una sobrina estudió la Universidad aquí y la calidad de vida que se puede disfrutar es única. Así que no hubo mucho que pensar para saber a dónde llegaríamos. 

- Llegamos como refugiados como en muchos países y lugares del mundo, me falta un año para poder solicitar la ciudadanía y ser 100% Mexicana y 200% Yucateca.

- Lo dejamos todo en Caracas. Y todo es todo. Familia, amigos y bienes.

Escuchar esto último me da un contexto superior, ya que he oído historias de personas que pierden el empleo y se les cae el mundo. Y esta mujer lo dejó todo.

Al paso de la conversación Beatriz dejaba mostrar una gran fortaleza. Una personalidad carismática. Confiable.

- Prácticamente volvimos a empezar desde cero, con las complicaciones de no tener certificados válidos de estudios y por otro lado con 2 hijas y los horarios de los empleos y las exigencias de ser madre y el nivel de percepciones económicas era prácticamente imposible competir.

- Pero como digo, en ocasiones la actividad te elige en lugar que sea tu elección. Inicié como asesora inmobiliaria aquí en Mérida, después de estar en empresas bursátiles e inversiones en Caracas

- Pero por algún lugar había que volver a empezar. Esta actividad que ofrece la posibilidad de administrar tu tiempo y estoy convencida que es mucho más valioso que cualquier posesión.

Beatriz, ¿Cuál crees que haya sido el secreto para salir adelante? 

- Ahora que lo pienso y en mi caso creo que ha sido la fuerza de la constancia. Y el "Aquí y el ahora”.  Comenta con una mirada al horizonte, como haciendo un recuento del pasado reciente.

- No tuve tiempo de pensar. Acepté que todo había quedado en el pasado y estar consciente de mi presente me hizo vivir un día a la vez.

Nos cuenta Beatriz Bolívar González que algo que también fue determinante fue acercarse al proyecto Pink Mustache en 2019 poco antes de la Pandemia. Ahí conoció a Elizabeth Michel Méndez. Para quienes no la conozcan les dejamos el enlace con un artículo donde conversamos con Elizabeth Michel Méndez es el Remedio. 

- Todo lo que decidas hacer para acercarte a tus objetivos será una buena decisión y será necesario trabajar. Para mí, ver a mi familia feliz, unida, saludable es en donde quiero estar.

Y en el aquí y el ahora ¿En qué estás? 

Mi carrera profesional se ha centrado en contribuir en la distribución de instrumentos de inversión competitivos, innovadores y de gran plusvalía, trabajando en organizaciones con visión de futuro, camino que me ha llevado a transitar distintos rubros del sistema financiero, banca, mercado bursátil y más recientemente el mercado inmobiliario, buscando siempre beneficiar con mis servicios a todos mis clientes y colaboradores.

Desarrollamos un modelo de atención que me permite ser una solucionadora de retos financieros de mis clientes a través de la diversificación de inversiones en diversos instrumentos alternativos.

Nos interesa mucho conocer el perfil del inversionista en todos los aspectos para proponer una solución que responda en el presente y el futuro a sus expectativas.

Y Gracias a Dios soy Feliz.

Sin duda, el ícono del iceberg le queda justo a Beatriz Bolívar González. Y agradecemos su apertura para contarnos lo que no se ve a simple vista que como dije al principio esconde muchas cosas que hay que reconocer para bien.