Asertividad en los Negocios

Asertividad en los Negocios

 
En ocasiones me he encontrado con personas que definen la asertividad como "ser amable con los demás", o  "saber decir que no" 

La asertividad concepto muy ligado a la inteligencia emocional y referido a la comunicación con los demás: ser asertivo es comunicarse de forma efectiva, decir lo que queremos transmitir de forma firme a la vez que respetuosa y empática con los demás y con uno mismo. Comunicar lo que deseamos, sentimos, opinamos, respetando al interlocutor. También se refiere a la forma de reaccionar ante los conflictos o discusiones y el saber manejarse de forma efectiva en la comunicación con los demás.

Los estilos de comunicación están relacionados con nuestra personalidad, nuestra forma de afrontar los conflictos y la gestión de nuestras emociones.

El Estilo Pasivo

El estilo pasivo está relacionado con una actitud sumisa, tímida, empático con los demás pero con temor al conflicto o a la crítica por parte de otros: lo que lleva a  evitar y no defender los propios derechos frente a los demás. (Pone los intereses de otros por encima de los suyos).
Se caracteriza por dificultad para intervenir en las conversaciones  y decir lo que se piensa, entrar en bloqueo en situaciones sociales o de conflicto, no saber cómo decir que "no”, dificultad para expresar lo que molesta.
El estilo pasivo  prioriza el evitar el conflicto frente a solucionar los problemas. Se suele preferir el no decir las cosas para "no molestar” a los demás y "sacrificarse” a uno mismo con tal de evitar ofender o que se genere un conflicto. 

Estilo Agresivo

El estilo agresivo, por el contrario está relacionado con una actitud egoísta en exceso, poco empática con los demás, a veces sólo tiene en cuenta sus intereses o carece de habilidades para afrontar los conflictos. Es decir, de forma opuesta al pasivo nos ponemos a nosotros mismos primero.

El estilo agresivo suele estar relacionado con entender siempre las discusiones como una competición donde hay que ganar a toda costa.

No buscan un acuerdo, ni una solución o que el diálogo productivo: sino que su finalidad al discutir es tener la razón.

El estilo agresivo se caracteriza por una actitud en constante defensiva ante todo lo que se les dice, se sienten siempre atacados, a veces pierden el control de sus impulsos  y su "mala leche” se generaliza a muchas situaciones.

Suelen demostrar un pensamiento rígido en algunos casos y  también suelen provocar a los demás: lo que genera aún más hostilidad si la otra persona entra en el juego.

El estilo Pasivo – Agresivo

Este estilo se caracteriza por la no exteriorización de lo que se piensa y resentimiento interior. Suelen evitar el conflicto directo y  manifiestan agresividad en sus comunicaciones de forma más sutil o indirecta: suelen recurrir a sarcasmos, indirectas, o comentarios irónicos sin llegar a abordar directamente el tema o "como quien no quiere la cosa”.

También pueden manifestar desidia o desinterés encubierto, o "boicotear” de forma encubierta, como si fuera sin intención,  por ejemplo:  llegar muy tarde a una reunión a la que no se quiere ir,  preparar un café con leche a un compañero de trabajo al que sabe de antemano que lo toma siempre sin leche, equivocarse en algo "a propósito".

La persona con estilo  pasivo-agresivo es un buen "actor", suele mantener la calma, no demostrar sus emociones, y fingir sorprenderse cuando los demás cansados de su hostilidad indirecta les recriminan molestos.

Esta actitud pasivo-agresiva probablemente esconde problemas de autoestima e inseguridades, y una falta de habilidad a la hora de afrontar determinadas situaciones y  al gestionar las emociones.

El Estilo Asertivo

En el estilo asertivo las personas defienden sus propios derechos respetando a los demás, son empáticos y también defienden sus intereses.

La finalidad del diálogo es llegar a un acuerdo, no les interesa "ganar” y afrontan los conflictos buscando una solución.

Se caracterizan por mostrar seguridad en si mismos y respeto hacia los demás. Son cordiales, respetuosos, saben dialogar y defender sus posturas argumentando, aclaran equívocos, no entran en descalificaciones o provocaciones desarmando con argumentos a las personas que les ataque.

Manifiestan su postura de forma firme, razonada y justificada, respetando la opinión de los demás. 

Ser asertivo suele estar relacionado con la seguridad en uno mismo, la empatía y respeto a los demás y  la buena gestión de las emociones.


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