Algo pasó camino al cielo

Algo pasó camino al cielo

 
Aunque el título de este artículo pareciera una promesa rota o el título de una canción de Phill Collins, representa una desafiante pregunta para mi generación. 

La generación en la que fuimos niños en el inicio de los 70´s y que en la década de los 80´s recibimos el esperanzador futuro visualizado por nuestros padres. La preparación para el futuro prometedor del éxito en la vida
"Estudia, y no serás cuando crecido, ni el juguete vulgar de las pasiones, ni el esclavo servil de los tiranos.” Está frase de Elías Calixto Pompa, se encontraba en un recorte del Diario de Yucatán de su página editorial.  Me acompañó durante mi etapa de secundaria y preparatoria, frase que parecía recordarme todos los días lo que había que hacer. Estudiar.

Para ese tiempo, visualizar un futuro prometedor cuando aún no se inventaba si quiera el internet, se centraba en estudiar una carrera universitaria. Lo único que podía asegurar el éxito profesional, al menos.

Estoy completamente seguro que esta historia fue el común denominador de la mayoría de la generación del "Rock en tu idioma”. ¿Qué vas a hacer cuando seas Grande? nos reclamaban Miguel Mateos y Laureano Brizuela.

La siguiente meta sería que al concluir tu carrera universitaria consiguieras un puesto en una gran empresa (Alguna maquiladora, empresa trasnacional, banco o empresa local),  en el Gobierno (como funcionario o maestro) o en una paraestatal (CFE, INGEI, Pemex, etc.). 

Trabajar duro, todos los días por muchos, muchos años y retirarte con una justa pensión que te diera para vivir tu cesantía y vejez). Este proceso se está acercando en la próxima década. Aún está por cumplirse.

Un porcentaje reducido trabajaría por su cuenta: Abogados, médicos, contadores. Otros más dedicados al comercio y pocos, muy pocos empresarios.

Todo sería perfecto si no existieran las variables y supuestos en esta ruta del éxito. Algunos de ellos como el amor, el matrimonio y los hijos completan y redondean una visión de la felicidad y plenitud.

Algo pasó camino al cielo

En este camino a la realización profesional y familiar se aparecen 4 desafíos que mueven las aguas de nuestra apacible zona de confort:

Educación Financiera. El tema de nuestra relación con el dinero se remonta muchas veces a nuestra infancia. La idea de la dificultad y sacrificio que representa ganar dinero a través de nuestro trabajo, sin considerar otras alternativas. El ahorro, las inversiones, el diezmo, etc.

Salud. Los malos hábitos alimenticios también los justificamos con vivir de prisa. No tener tiempo de preparar y elegir adecuadamente nuestra comida tarde o temprano se volverá en nuestra contra.

Manejo de emociones. Una larga lista de paradigmas de hombres y mujeres, hijos mayores y menores, pecados y pecadores  y reprimir emociones también forman parte de las turbulencias en nuestro camino.

Adaptación al cambio. La creencia de que el conocimiento no cambia y es para siempre también influye. La capacidad de aprender y desaprender ante los cambios cuales quiera que estos sean nos permiten una carga ligera y la no adaptación un lastre.

Por eso cuando digo que algo pasó camino al cielo me refiero a que sólo han pasado alrededor de 50 años y todavía falta un buen trecho para seguir transitando.

Y tú. ¿Estás dispuesto a adaptarte al camino? Porque esta fiesta aún no termina.

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